QUÉ ES EL HAMBRE QUÍMICA, POR QUÉ SURGE DESPUÉS DE CONSUMIR CANNABIS Y QUÉ COMER PARA ACABAR CON ELLA
Tanto si te gusta la marihuana CBD o el cannabis con alto contenido de THC, estarás familiarizado con el hambre química, un efecto secundario típico que ocurra tras su ingesta.
Pero, ¿por qué tenemos tanta hambre después de consumir marihuana? ¡Tanta como para ser capaces de vaciar el frigorífico o recurrir a las reservas de la despensa para poder calmarla!
La comunidad científica aún tiene que comprender completamente todos los mecanismos que hacen que los consumidores de cannabis tengan hambre, pero algunos son bien conocidos, y los discutiremos en el transcurso de este artículo.
¡A continuación, te contamos qué es el hambre química, por qué surge después de fumar o consumir marihuana / hachis CBD y qué hacer para acabar con ella y calmarla sin quedarte sin las reservas de comida que tienes en casa!
¿Qué es el hambre química y por qué viene después de consumir cannabis?
El hambre química es una reacción de nuestro organismo que suele producirse tras consumir cannabis: se manifiesta con una sensación de hambre incontrolable y repentina, una necesidad urgente de comer incluso cuando se tiene el estómago lleno.
Este fenómeno suele aparecer a los 30 minutos o como máximo a las 2 horas de haber consumido cannabis, y lo que parece desencadenarlo es la interacción del THC, uno de los principales cannabinoides naturales, con nuestro sistema endocannabinoide, en particular con los receptores CB1 y CB2.
Inicialmente se pensó que solo el llamado THC químico causaba hambre, pero varios estudios (principalmente realizados en el laboratorio) han demostrado que incluso el CBD puede aumentar la sensación de hambre en las personas que lo toman, aunque de una forma muy diferente al THC.
Lee también: Los efectos secundarios del cannabis medicinal
El THC y el hambre química después de consumir marihuana
Un equipo de neurocientíficos europeos de la Universidad de Burdeos descubrió que el THC estimula los receptores del bulbo olfativo del cerebro de los ratones de laboratorio. Esta interacción aumenta la capacidad de oler la comida y hace que los ratones coman más.
De hecho, los receptores endocannabinoides de nuestro cerebro son fundamentales para el control de las emociones, para la memoria, para modular la percepción del dolor pero también para regular el sentido del apetito. Y, como mencionamos anteriormente, el THC interactúa con nuestro sistema endocannabinoide.
Los investigadores, al estudiar el THC y el hambre química, primero tomaron ratones de laboratorio expuestos y alimentaron a algunos de ellos con THC. Luego expusieron a los ratones a los aromas de aceites de almendras y plátanos para probar su sensibilidad a los olores.
Los ratones olieron los aromas con mucho cuidado, pero los que no habían tomado THC mostraron desinterés debido a la habituación olfativa. Por el contrario, los ratones a los que los estudiosos les habían dado THC continuaron oliendo aromas debido a que su sentido del olfato fue alterado (y hecho más sensible) por el cannabinoide.
Eso no es todo: los ratones que tomaron tetrahidrocannabinol comieron mucho más en comparación con los que no lo habían tomado, mostrando así un aumento en la sensación de apetito.
Luego, los investigadores modificaron genéticamente algunos ratones al excluir todos los receptores cannabinoides de sus bulbos olfativos: estos animales, después de tomar THC, se acostumbraron rápidamente a los olores de la comida y su sentido del apetito era casi el mismo que el de los ratones que no habían probado el cannabinoide.
Veamos ahora cómo el CBD puede estimular el hambre.
¿CBD y hambre química? En realidad no: mejor hablar de efecto anti-náuseas
Los estudios sobre cannabidiol (CBD / aceite CBD / hachís CBD) son cada vez más frecuentes y algunos de ellos han demostrado que este cannabinoide no provoca el hambre química ya que interactúa con nuestro sistema endocannabinoide de forma diferente al THC.
Sin embargo, entre los efectos del CBD, que son altamente beneficiosos para nuestra salud, uno es particularmente importante para quienes padecen trastornos alimentarios y para quienes se someten a una terapia que causa náuseas y falta de apetito (por ejemplo, quimioterapia y medicamentos contra el VIH).
Este es el efecto antiemético, también conocido como anti náuseas o anti vómitos, ampliamente demostrado en el laboratorio.
Ya en 2012 el British Journal of Pharmacology publicó un estudio sobre los efectos positivos del CBD / aceite de CBD en el alivio de las náuseas y la regulación del apetito.
Durante este estudio, llamado Cannabinol and Cannabidiol Exert Opposing Effects on Rat Feeding Patterns (Cannabinol y Cannabidiol ejercen efectos opuestos en los patrones de alimentación de las ratas), los investigadores observaron la reacción de los conejillos de indias y los ratones de laboratorio después de la inducción de náuseas y, posteriormente, la ingesta de CBD.
En concreto, los estudiosos administraron a los animales diversas sustancias capaces de inducir náuseas y vómitos, como cloruro de litio y nicotina; los ratones y cobayas que luego tomaron CBD mostraron una marcada reducción de los síntomas causados por estas sustancias.
Luego, los investigadores inyectaron a los animales una sustancia capaz de bloquear los receptores de serotonina en las áreas del cerebro involucradas en la regulación de las náuseas y los vómitos. Esta acción inhibió los efectos del CBD, lo que demuestra que el efecto antiemético del cannabidiol depende de la interacción del cannabinoide con los receptores de serotonina.
Lee también: La situación actual del cannabis legal en Italia
Conclusiones
El THC parece ser el principal culpable del hambre química debido a su capacidad para sensibilizar el sentido del olfato. Para satisfacer esta repentina sensación de hambre, recomendamos la ingesta de alimentos nutritivos pero saludables, como mezclas de frutas secas (¡siempre puedes llevar una bolsa contigo!), fruta fresca y yogures bajos en grasa.
De lo contrario, podrías aumentar de peso en cualquier momento: el cannabis acelera el metabolismo, ¡pero no hace milagros!
El CBD también parece tener una fuerte implicación en nuestro sentido del apetito, pero de una manera muy diferente al THC. El cannabidiol, un fitocannabinoide no psicotrópico, interactúa con los receptores de serotonina, calmando las náuseas y los vómitos y promoviendo así una sana sensación de hambre.