Cómo cuidar una planta de marihuana: los 3 momentos cruciales

3 momentos cruciales en el cuidado de una planta de marihuana

¿Cómo se cuida una planta de cáñamo? Estos son los principales pasos para un cultivo exitoso

El cultivo de cannabis está prohibido en Europa; sólo se puede cultivar cannabis CBD certificado por la UE con autorización previa.

Por eso, tanto muchos admiradores de la planta como muchos aficionados a la jardinería -al no poder experimentar con este tipo de cultivo- sienten mucha curiosidad por saber cómo cultivar una plantita de cáñamo.

Algunos dicen que el cáñamo puede cultivarse en cualquier lugar y sin ningún cuidado especial; otros, sin embargo, afirman que el cáñamo tiene requisitos específicos, sin los cuales las plantas no pueden sobrevivir.

Pero, ¿qué debes saber realmente?

En este artículo (de carácter informativo) hablaremos de los aspectos importantes que los cultivadores de cannabis experimentados tienen en cuenta a la hora de tratar una planta de marihuana.

Comencemos.

Siembra de marihuana

1. Cultivo de marihuana: Empecemos por el principio

Los cultivadores de plantas de marihuana saben que para que florezcan y se desarrollen es importante satisfacer todas sus necesidades. Sin duda, hay que empezar con las semillas adecuadas, crear el entorno ideal y luego diseñar un plan de nutrición apropiado.

Vayamos por orden.

En cuanto a las semillas, debes saber que hoy en día existen muchas genéticas: hay cáñamo sativa, cáñamo indica y muchos híbridos.

Algunas dan lugar a plantas muy altas y esbeltas, otras a plantas más cortas y anchas. Y eso no es todo…

Los cultivadores de cáñamo que cultivan cannabis en espacios reducidos suelen preferir las semillas de genética de predominancia índica (que suelen ser más cortas y menos “voluminosas”); los cultivadores de exterior, en cambio, suelen optar por las que producen plantas más altas y voluminosas.

Cada variedad de cáñamo tiene también características diferentes en cuanto a aromas y concentración de cannabinoides. El cáñamo legal, por ejemplo, no tiene THC (como algunas productos CBD, tales come el aceite CBD, disponible en nuestra tienda online), mientras que otras genéticas tienen una cantidad mayor o menor de THC, ¡un detalle que no hay que subestimar!

Una vez elegidas las semillas ideales, puede comenzar la fase de germinación.

Hay quienes optan por plantar las semillas directamente en la tierra y quienes prefieren germinarlas en algodón o papel de cocina. Ambas prácticas son eficaces pero, en cualquier caso, es importante que las semillas se mantengan en la oscuridad, con la humedad y la temperatura adecuadas.

La fase de germinación puede considerarse completa cuando, tras la aparición de los cotiledones, aparecen las primeras hojas reales.

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2. Fase vegetativa: Luz y nutrientes para iniciar el desarrollo

Cuando las plántulas de marihuana se han formado, comienza el proceso de fotosíntesis: a partir de este momento, la luz juega un papel crucial.

Como el resto de las plantas, las de cannabis necesitan estar en un entorno luminoso para crecer.

En el cultivo al aire libre, aceptan la luz del sol; sin embargo, en el cultivo en interiores, hay que instalar un sistema de iluminación artificial para garantizar su supervivencia.

Dependiendo de la genética del cáñamo cultivado, se puede elegir entre un régimen de dieciocho horas de luz y seis de oscuridad, o de doce y doce para estimular el crecimiento de la planta.

En cambio, en el exterior, las plantas de cannabis comienzan a desarrollarse rápidamente cuando aumentan las horas de luz (en verano y primavera).

En cuanto a la alimentación, para cuidar las plantas de marihuana (en versión legal marihuana CBD) hay que prestar atención tanto al tipo de suelo en el que se plantan como a los abonos, que deben ser específicos para la época de crecimiento.

Los cultivadores de cáñamo experimentados suelen preferir un suelo friable (perfecto para el desarrollo de las raíces), que debe enriquecerse periódicamente con abono líquido y fertilizantes que contengan vitaminas y minerales bien equilibrados.

Durante la fase de desarrollo del cáñamo, también es importante realizar constantes desbroces y aclareos, ambos necesarios para la formación del follaje.

Ahora pasemos a regar. ¿Con qué frecuencia hay que regar una planta de Maria?

En las plantaciones al aire libre, las plantas no necesitan mucha agua cuando llueve con frecuencia; si llueve poco, hay que regarlas a menudo, pero hay que procurar que el suelo no se empapase.

En cambio, en los cultivos de interior se suelen seguir esquemas de riego. Regando las plantas con agua con el pH adecuado y de forma regular, es posible nutrirlas sin que sus raíces sufran un exceso de humedad o falta de hidratación.

Riego de las plantas de marihuana

3. La floración: el momento más emocionante

Cuando la fase vegetativa llega a su fin, las plantas de cáñamo comienzan a florecer. Durante este periodo tienes que ser muy cuidadoso, o todo tu trabajo anterior se perderá.

Pero, ¿cómo te das cuenta de que la fase de floración está empezando?

Si cultivas una genética de cáñamo fotodependiente (ya sea marihuana legal o de alto contenido en THC, no importa) debes tener en cuenta que

En el cultivo al aire libre, la floración comienza cuando el verano llega a su fin y las horas de oscuridad aumentan;

En cambio, en el cultivo de interior, el cultivador debe variar los ciclos de luz y oscuridad para inducir esta fase.

Sin embargo, cuando se cultivan plantas de cannabis autoflorecientes, en un momento determinado de su crecimiento, la floración comienza independientemente de las variaciones de luz.

Pero, ¿qué cambia durante la floración?

Durante este periodo hay que modificar el tipo de riego y la fertilización.

Cuando las plantas de cáñamo reciben los cuidados adecuados, no tarda en llegar la satisfacción: aparecen muchas flores, ricas en pistilos y tricomas.

Si te preguntas cuáles son estos últimos, es sencillo.

Los pistilos son elementos de las flores esenciales para evaluar el nivel de madurez de la planta; los tricomas, en cambio, son los responsables de la producción de resina: la sustancia más popular del cáñamo, rica en cannabinoides, aromas y fragancias.

Seguir alimentando las plantas de cannabis como en la fase vegetativa podría comprometer todo el proceso de floración. Es posible que las plantas no florezcan en absoluto, o que sólo produzcan unas pocas flores de baja calidad (carentes de pistilos y tricomas, y con un sabor y aroma comprometidos), por lo que hay que tener cuidado.

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Para concluir

Como hemos visto, el cuidado de las plantas de marihuana es mucho más que un poco de agua, hay que poner atención a muchos detalles.

Cada periodo de desarrollo implica procedimientos diferentes, y para que las plantas crezcan con éxito es importante conocerlos.

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