Aceite de hachís: qué es y para qué se utiliza

Conoce mas sobre el aceite de hachis: descubre cómo se fabrica este producto, por qué es diferente del aceite de semilla de cannabis y cómo utilizarlo.

En lo que respecta a la marihuana CBD, probablemente hayas oído hablar del aceite de semillas de cannabis, el aceite de CBD y el aceite de hachís. ¿Pero es siempre el mismo producto?

La respuesta es no.

Hay diferencias sustanciales entre los tres productos, y para entender cuáles son, en este artículo queremos centrarnos especialmente en el menos conocido: el aceite de hachís.

¿Qué aspecto tiene?

¿Para qué sirve?

Esto es todo lo que debes saber sobre el aceite de hachís.

¿Qué es el aceite de hachís? Diferencia con el cannabis y el aceite de CBD

El aceite de hachís es una matriz resinosa que suele obtenerse por extracción con disolventes de la planta de cannabis o hachís. Esta sustancia tiene un aspecto bastante oscuro y dorado que recuerda a la miel, y no es casualidad que exista un tipo especial de aceite de hachís que se llama “miel de cannabis”.

El origen de este producto no es reciente, y con el paso del tiempo y dependiendo de la zona geográfica, el aceite de hachís se ha elaborado de muchas formas diferentes.

En el siglo XIX, por ejemplo, el nombre de aceite de hachís se utilizaba para referirse al kief (o incluso al charas) que se disolvía en otros aceites vegetales para su consumo oral o incluso para su uso en la cocina.

En la década de 1970, el aceite de miel de butano (extraído con la ayuda de esta sustancia, de la que toma su nombre) se hizo popular, pero sólo por poco tiempo; se cree que su producción cesó tras la explosión de la planta de fabricación.

Dicho esto, aclaremos las diferencias con el aceite de cannabis, un producto completamente diferente.

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Mientras que el aceite de hachís se produce a partir de la resina extraída de las inflorescencias de las plantas de cannabis, el aceite de cáñamo se extrae de las semillas de la planta (tanto del cannabis clásico como del ligero).

De esto se deduce que el aceite de hachís tiene un alto porcentaje de cannabinoides (THC, CBD, etc.), mientras que el aceite de cannabis sólo tiene la proteína y el valor nutricional de las semillas y está desprovisto de cannabinoides, por lo que se utiliza en la cocina para condimentar muchos platos.

También hay diferencias con el aceite de CBD.

Es una mezcla de aceites vegetales (no necesariamente de cannabis o cáñamo ligero) en la que se ha disuelto el CBD puro.

Al igual que el aceite de hachís, el aceite de CBD no se puede utilizar en la cocina pero, cuando está permitido, se toma en pequeñas dosis con fines recreativos y medicinales.

Además, mientras que el aceite de hachís contiene muchos cannabinoides diferentes, el aceite de CBD, como su nombre indica, sólo contiene altos porcentajes de cannabidiol.

¿Por qué se utiliza el aceite de hachís?

Como hemos explicado en el párrafo anterior, el aceite de hachís es básicamente un compuesto aceitoso en el que se disuelve la resina de las flores de cannabis, los terpenos y los cannabinoides (principalmente THC y CBD).

El aceite de hachís se puede consumir de varias maneras, pero principalmente fumándolo o vaporizándolo (en el argot, “dabbing“), o añadiéndolo a la comida.

¿Por qué utilizar este producto?

Naturalmente, para beneficiarse de los efectos de los cannabinoides.

Los porcentajes de THC que contiene el aceite de hachís pueden oscilar entre el 40 y el 90% (son muy altos), y además de este cannabinoide puede haber porcentajes variables de muchas otras sustancias producidas por la planta de cáñamo.

Por lo tanto, cuando se toma aceite de hachís, los efectos pueden ser desde psicotrópicos hasta antiinflamatorios, analgésicos y relajantes.

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Para concluir

Como hemos visto, las diferencias entre el aceite de hachís, el aceite de CBD y el aceite de cannabis son considerables.

Los dos primeros contienen cannabinoides, mientras que el último no contiene ninguno.

Teniendo en cuenta lo anterior, se deduce que el consumo de aceite de hachís se considera ilegal en Europa, mientras que el aceite de cáñamo puede comprarse en mercados bien surtidos y utilizarse para cocinar o para el cuidado del cuerpo sin ningún riesgo.

El aceite de CBD también puede comprarse, pero sólo con fines de recolección.

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