Cannabis en México: la Suprema Corte impulsa el sí.

Decisión histórica de la corte suprema: la marihuana será legal en un país gobernado por los narcos

La Corte Suprema de México ha aprobado, por mayoría, la legalización del uso recreativo de la marihuana tradicionál y la cannabis CBD para adultos. “Este es un día histórico para el triunfo de la libertad”, dijo el presidente del máximo tribunal mexicano, Arturo Zaldívar.

Al igual que con el alcohol, seguirá siendo necesaria una normativa que prohíba su consumo en público, frente a menores o terceros que se sientan ofendidos por dicho uso.

El México de los narcos será así el segundo país latinoamericano, después de Uruguay, en liberalizar el cannabis, que, se espera, deje de estar en manos de los cárteles.

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Origen de los cárteles mexicanos

México, productor de estupefacientes además de país de tránsito, es el principal proveedor de cannabis y uno de los principales suministradores de metanfetamina a Estados Unidos; casi la mitad de los ingresos de los cárteles proceden de la marihuana.

El nacimiento de los cárteles de la droga se remonta a un antiguo agente de las fuerzas del orden mexicanas, Miguel Ángel Félix Gallardo, que en la década de 1980 controlaba todo el tráfico ilegal de drogas en México y en los corredores fronterizos entre México y Estados Unidos.

Gallardo comenzó introduciendo marihuana y opio en Estados Unidos y fue el primer mexicano que se relacionó con los cárteles colombianos, convirtiéndose más tarde en el hombre clave del cártel de Medellín, dirigido por Pablo Escobar.

En 1987, Félix Gallardo fundó el cártel de Guadalajara, que prosperó también y sobre todo gracias a la protección de las altas esferas de la política y del aparato de seguridad nacional.

En particular, el cártel contaba con el apoyo de la “Dirección Federal de Seguridad”, la antigua inteligencia mexicana, e incluso de la CIA, que consideraba a Gallardo un colaborador por el apoyo logístico-financiero prestado a los Contras en Nicaragua (grupos armados contrarrevolucionarios creados para luchar contra el gobierno sandinista y apoyados por EEUU).

El nacimiento de los cárteles

Gallardo llevó a cabo una especie de privatización del narcotráfico en México, encomendándolo a otras organizaciones menores cuyos dirigentes eran mucho menos conocidos y, por tanto, menos sujetos a la acción represiva de la DEA.

El Padrino (como llamaban a Gallardo) convocó a los principales narcos mexicanos a Acapulco y, con ellos, designó las nuevas plazas y las nuevas rutas del narcotráfico hacia Estados Unidos:

• Cártel de Tijuana – La ruta de Tijuana sería para los hermanos Arellano Félix, nietos del ‘padrino’;
• Cártel de Juárez – la ruta de Ciudad Juárez habría ido a parar a la familia Carrillo Fuentes;
• Cártel de Sonora – el corredor de Sonora fue asignado a Miguel Caro Quintero Félix Gallardo, quien seguiría supervisando las operaciones a nivel nacional, gracias a sus importantes conexiones, pero ya no tendría el control detallado de todo el negocio. A continuación, fue detenido el 8 de abril de 1989.

Otras detenciones, la avaricia y un implacable deseo de poder provocaron numerosos conflictos entre los cárteles, que se independizaron unos de otros a finales de la década de 1990.

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Cannabis: el Tribunal Supremo empuja al Parlamento

El 28 de junio, la Corte Suprema de Justicia de México dictaminó que la prohibición del consumo de cannabis con fines recreativos viola el derecho al libre desarrollo de la personalidad.

El tema ya había sido abordado hace años por la ONG México Unido Contra la Delincuencia (Mucd); los miembros de Mucd crearon la “Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante” (S.m.a.r.t), una asociación cuyo principal objetivo era solicitar el permiso de las autoridades sanitarias para que sus miembros pudieran producir y consumir cannabis de forma recreativa y sin ánimo de lucro.

La decisión de finales de junio es histórica, ya que se produce después de que el propio Tribunal Supremo diera al Congreso un plazo limitado para adecuar la legislación sobre drogas a la Constitución.

¿Qué implica realmente la Declaración General de Inconstitucionalidad?

Los efectos de la Declaratoria General de Inconstitucionalidad (DGI), el conjunto de normas relativas al consumo personal de cannabis, aprobadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no serán especialmente significativos para los consumidores mexicanos de marihuana.

El único efecto real es que las autoridades ya no podrán denegar los permisos, pero sigue existiendo la posibilidad de que la policía detenga a quienes se encuentren en posesión de cannabis durante el tiempo necesario para comprobar la cantidad que se posee (si es superior a 5 gramos, será castigado por el Código Penal).

La DGI permitirá fumar y cultivar cáñamo en casa, en ausencia de menores, pero comprarlo y transportarlo en la calle seguirá siendo un problema potencial. Por ello, el Tribunal Supremo insta al Parlamento a legislar cuanto antes para dar seguridad a los consumidores.

¿Qué pasará después?

Es innegable que el mercado del cannabis es codiciado por muchos, debido al coste relativamente bajo de la tierra y la mano de obra, y podría ser potencialmente el mayor mercado del mundo.

Numerosas empresas están ya, por supuesto, bajo los efectos de esta “fiebre verde” y el gigante Medical Marijuana Inc. ha abierto recientemente una sucursal en México.

Todos, sin embargo, deben esperar el veredicto del Congreso mexicano que, en los próximos meses, deberá decidir el rumbo a tomar y si aplica o no el veredicto de la Corte Suprema, dando así ayuda a los campesinos y quitando recursos a los narcos.

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