Comunidades hippies en Italia: cómo y dónde viven los modernos hijos de las flores

Descubriendo la ‘fenomenología del movimiento hippie del tercer milenio’

¿Qué te viene a la mente cuando piensas en la palabra hippie?

Sí claro, los hijos de las flores, la revolución sexual, la marihuana, la ‘paz y el amor‘… pero si te dijéramos que el movimiento hippie no solo no murió a finales de los abrumadores años sesenta, sino que se ha actualizado y en Italia tiene varias comunidades?

Hagamos un poco más de claridad.

Los hippies del Tercer Milenio: las ecoaldeas

Hablando de ecoaldea, es impropio pensar en uno de sus habitantes como el estereotipo del hippie, o incluso en su sentido más negativo, es decir, el aburrido ‘hijo de papá’ que vive del dinero de los demás y se coloca con hachís y cannabis. En realidad, las ecoaldeas y sus habitantes son otra cosa.

Pero, ¿qué significa este término?

Una ecoaldea es una forma de comunidad intencional. Esto significa que hay personas que eligen vivir juntas, en un lugar determinado y se dan ciertas reglas.

No hace falta decir que diferentes grupos de personas tienen diferentes ideales y, por lo tanto, es al menos difícil delinear un paradigma único de la ecoaldea.

Hay asentamientos donde todo se comparte, otros donde la agricultura es la principal fuente de sustento y otros con una economía mixta. El tema subyacente de estos aproximadamente 100 pueblos en Italia es un deseo compartido de sostenibilidad, contacto con la naturaleza y compartir. El tipo de vida opuesto al frenético que, por ejemplo, se lleva a cabo en las grandes ciudades italianas y europeas.

¿Y quiénes son los habitantes de una ecoaldea?

Como cuenta Bernardo Cumbo en su blog sobre Fatto Quotidiano, la población de estos lugares es sumamente heterogénea: hay tanto jóvenes con ganas de experimentar una vida diferente, como familias que buscan una educación más en contacto con la naturaleza para sus hijos, y personas mayores, que buscan un lugar tranquilo para envejecer en compañía.

Finalmente, la vida en estas estructuras no es ociosa ni contemplativa: se trabaja en contacto con la tierra, y mucho. Y todo ello en contacto con personas con actitudes y caracteres siempre diferentes.

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Los hippies de la ‘vieja escuela’: el encuentro de Mugello

El Rainbow Family Gathering tuvo lugar en la Toscana en agosto de 2021, una reunión hippie que existe en Italia desde 2002 y tiene sus raíces en 1972.

En ese año, en el Strawberry Lake en Colorado, más de 20.000 personas se reunieron en medio de la naturaleza para meditar durante cuatro días. Pero en poco tiempo esto se convirtió en una costumbre que se repetía anualmente, y que traspasó las fronteras americanas para extenderse a muchos estados, entre ellos Italia.

La Rainbow Family (literalmente, ‘familia arcoíris’) es un movimiento new age pacifista y anarquista, basado en los temas del amor libre y la libertad. Su organización no es jerárquica y no existe a nivel oficial. Hay quienes la llaman ‘la mayor organización sin miembros del mundo’ [1]

Otro aspecto importante, todos los gastos y trabajos necesarios para la organización de los Encuentros son de carácter voluntario y pagados por los miembros de la organización.

Y esto es lo que ocurrió entre los municipios florentinos del Alto Mugello en 2021: cientos de personas asistieron al Gathering (el número exacto no se puede estimar ni se ha hecho público).

La reunión estuvo acompañada en la víspera por preocupaciones relacionadas con las concentraciones en plena pandemia de Covid, pero la manifestación se desarrolló con regularidad y sin incidentes de ningún tipo.

Así que no, la cultura hippie no está muerta. Simplemente se volvió más reservada.

En contacto con la naturaleza: el Municipio de Valle della Luna

En Cerdeña, junto a las magníficas playas a menudo asediadas por el turismo de masas, existe un lugar aislado por rocas y arbustos.

Este valle es conocido por la mayoría (estamos en la parte noreste, entre Capo Testa y Santa Teresa di Gallura) como ‘Cala Grande’. Los lugareños y los hippies que lo eligen como hogar temporal, sin embargo, lo llaman ‘el Valle de la Luna‘.

Sí, porque en este promontorio, además de matorral mediterráneo y playas impresionantes, destacan enormes rocas pulidas durante milenios por el viento. Permaneciendo cerca de él, se tiene la impresión de casi no estar ya en la tierra: un verdadero paisaje lunar.

Y es precisamente este lugar fantástico, casi onírico, el elegido desde los años 60 por grupos de hippies que vienen a veranear, durmiendo cobijados bajo las bóvedas naturales excavadas en los cantos rodados, o en refugios de madera y paja.

El estilo de vida en el Valle de la Luna es sencillo y tranquilo. Las únicas reglas son el respeto mutuo, la participación y el compartir. Poco espacio para la globalización y la tecnología, los ritmos los marca la propia naturaleza.

Sin embargo, hay contradicciones: hay quienes definen a los hippies del Valle como tímidos y solitarios, quienes incluso los acusan de construir abusos porque con sus refugios impedirían el uso de la playa, mientras que otros atribuyen una reputación psicodélica al lugar.

Pero la realidad es que lo de los hippies del Valle de la Luna no es una moda pasajera, sino un estilo de vida que apunta a la comunión con su amada tierra.

Hippies en Italia: en resumen

En este artículo hemos tratado de ofrecer una visión general de los herederos italianos del movimiento hippie que se extendió como la pólvora por todo el mundo desde la década de 1960.

Hemos presentado tres casos típicos: el de las Ecoaldeas, el de las grandes concentraciones, el de las comunidades aisladas.

Esto con la intención de representar mejor la heterogeneidad de este microcosmos multifacético.

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