¿Es adictivo el CBD? No, todo lo contrario
En el vasto panorama de la adicción a sustancias, una pequeña molécula ha captado la atención de los expertos: el cannabidiol, o CBD. Su historia comienza con un equipo de investigadores franceses y suizos que querían investigar el potencial del CBD en el tratamiento de los trastornos adictivos. Mediante una revisión exhaustiva de estudios en humanos y animales, descubrieron resultados sorprendentes.
El CBD parece intervenir en las complicadísimas reacciones entre las células nerviosas y los neurotransmisores, ofreciendo a los pacientes una forma de tratar síntomas de abstinencia como la ansiedad y la taquicardia. Lo que hace aún más interesante este descubrimiento es que el CBD no parece ser susceptible a problemas de tolerancia o adicción, allanando el camino para nuevos tratamientos contra la adicción.
Exploremos juntos este prometedor descubrimiento científico que podría cambiar la faz de las terapias contra la adicción.
CBD y adicción: ¿qué dicen los estudios?
Al fin y al cabo, que el cannabidiol puede ayudar a superar la adicción a los opiáceos no solo surge de la opinión de los expertos de la OMS, sino que también parecería ser confirmado por diversos estudios.
Un equipo francosuizo de investigadores de la Universidad de Paris-Saclay y la Universidad de Lausana llegó a la misma conclusión después de realizar una revisión sistemática de estudios sobre el tema con el objetivo de evaluar el impacto del Cannabidiol en los trastornos por uso de sustancias.
La revisión, titulada “Cannabidiol en el contexto del tratamiento del trastorno por uso de sustancias: una revisión sistemática” y publicada en Addictive Behaviors en 2022, tiene en cuenta la investigación realizada en humanos y animales.
De cualquier manera, el CBD resultaría útil como complemento en el tratamiento de los trastornos por uso de sustancias.
El ingrediente activo parecería intervenir en las señales enviadas por las células nerviosas al interactuar con los neurotransmisores. De esta manera, el cannabidiol ayudaría a los pacientes a lidiar con los síntomas de abstinencia, como la ansiedad y la frecuencia cardíaca alta, con mayor facilidad.
Las investigaciones realizadas en animales, en particular, han demostrado su eficacia contra el uso de alcohol, opiáceos y metanfetaminas, mientras que investigaciones en humanos han encontrado efectos positivos del CBD en casos de nicotina, marihuana y opiáceos.
Finalmente, no debemos olvidar que, dado que el marihuana se ha utilizado durante años para el tratamiento del dolor crónico, hemos acumulado datos e información útiles para comprender su impacto en las adicciones.
Así, por ejemplo, el Dr. Elliot J. Krane de Stanford Children’s Health sugiere que el marihuana medicinal puede ser beneficioso en pacientes que no han respondido a la terapia convencional para el dolor.
Estos beneficios derivarían de un menor uso de opiáceos, que poco a poco están siendo sustituidos por preparados a base de CBD.
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Entonces, ¿es adictivo el CBD? No, lo combate
El cannabidiol (CBD) no crea adicción ni tolerancia. Según otra revisión (publicada en 2017) de estudios sobre las consecuencias del consumo de CBD en el cuerpo humano, se confirma su perfil de seguridad.
Cuando se compara con otros medicamentos utilizados para tratar afecciones como la epilepsia, por ejemplo, se observa que el CBD presenta el menor riesgo de efectos secundarios. No existe riesgo de adicción para los consumidores de cannabidiol y, cada día más, surgen resultados alentadores en el frente opuesto: el del CBD para combatir la adicción a otras sustancias.
Cada vez son más los estudios que confirman la utilidad del cannabidiol para mitigar y reducir la adicción a las drogas o al alcohol.
En un estudio, publicado en Nature en marzo de 2018, investigadores de la Universidad de Madrid administraron cannabidiol una vez al día durante siete días a ratones en los que se había desarrollado adicción al alcohol y a la cocaína.
Basándose en los resultados de sus pruebas, los investigadores concluyeron que el breve periodo de siete días de tratamiento con CBD no solo evitó el desarrollo de las características “similares a la adicción” mostradas anteriormente, sino que disuadió a los ratones de recaer hasta cinco meses, sin tener que tomar más CBD.
El CBD podría ser muy útil para prevenir las recaídas en drogadictos y alcohólicos, pero los beneficios que ofrece son duraderos, lo cual es crucial cuando se lucha contra un enemigo como la adicción a sustancias.
Habituación, adicción y tolerancia
También conviene aclarar un concepto muy importante y a menudo incomprendido, el de habituación.
La habituación representa – en farmacología – el conjunto de cambios y comportamientos asociados al uso de determinadas drogas y medicamentos. Si nos referimos al concepto de “habituación” en relación con el abuso de drogas, es más correcto hablar de:
- adicción, el caso en el que la posesión y el consumo de una sustancia se convierten en una prioridad para el individuo;
- tolerancia, la condición fisiológica en la que el organismo es capaz de tolerar dosis crecientes de una sustancia.
La tolerancia puede observarse en el metabolismo, cuando cada vez llega menos cantidad de la sustancia al lugar de interés, en el comportamiento, cuando un individuo se acostumbra a los efectos, y en las células, que gradualmente se vuelven menos receptivas.
La habituación (a una sustancia) se define como la reducción de los efectos de la misma dosis: un fenómeno por el cual es necesario aumentar la dosis para obtener el mismo efecto.
La diferencia entre THC y CBD
Después de haber hecho esta aclaración, la ciencia confirma que el consumo constante y regular de cannabis que contiene delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) puede provocar adicción.
El THC actúa uniéndose a los receptores CB1. Si esta acción se produce durante un largo periodo de tiempo, las células reaccionan y trabajan para diluir este efecto y devolver los mecanismos de acción de los receptores a la normalidad.
Las células invierten la acción del THC – reduciendo así sus efectos – de dos maneras:
- la primera se denomina internalización, un proceso por el que los propios receptores CB1 se agregan hacia el interior de la célula, alejándose de las paredes externas, y hacen que la célula se vuelva insensible al THC;
- el segundo es la desensibilización: los receptores se vuelven cada vez más difíciles de unirse al principio activo del cannabis.
¿El CBD también produce una adicción lenta pero inexorable? No. Y la razón reside en el propio mecanismo de acción del cannabidiol. A diferencia del THC, el CBD no genera ningún efecto psicoactivo y tiene una acción totalmente diferente sobre los receptores CB1 y, por tanto, sobre las células que el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC).
De hecho, el CBD hace que los receptores CB1 respondan menos a la acción de otros cannabinoides a través de un proceso denominado regulación alostérica de retroalimentación negativa.
El CBD no estimula nuestro sistema endocannabinoide, sino que lo “apaga” y, al mismo tiempo, aumenta la cantidad de endocannabinoides en nuestro cuerpo. Son estos dos factores los que producen los conocidos efectos “relajantes” del cannabidiol.
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Conclusión
En conclusión, los estudios realizados sobre el cannabidiol (CBD) y su impacto en los trastornos por uso de sustancias sugieren que este compuesto puede desempeñar un papel significativo como complemento en el tratamiento de la adicción a distintas sustancias. La investigación llevada a cabo tanto en seres humanos como en animales ha demostrado que el CBD puede ser eficaz en el manejo de los síntomas de abstinencia, como la ansiedad y la taquicardia, al interactuar con los neurotransmisores y modular las señales enviadas por las células nerviosas.
Los estudios también han revelado resultados alentadores en cuanto a la capacidad del CBD para ayudar a superar adicciones a diversas sustancias, como alcohol, opiáceos y metanfetaminas, así como la nicotina y la marihuana. Además, el uso del CBD como tratamiento para el dolor crónico ha proporcionado datos valiosos para comprender su potencial impacto en el tratamiento de las adicciones.
Es importante destacar que, a diferencia del delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), el cannabidiol no genera adicción ni tolerancia, lo que lo convierte en una opción segura para su uso continuo. Su acción en los receptores CB1, mediante la regulación alostérica de retroalimentación negativa, no solo reduce los efectos de otros cannabinoides, sino que también aumenta la cantidad de endocannabinoides en nuestro cuerpo, brindando efectos relajantes y beneficiosos.
En consecuencia, cada vez más estudios respaldan la utilidad del CBD para prevenir recaídas en personas que luchan contra la adicción a sustancias y al alcohol, ofreciendo resultados duraderos y prometedores en la lucha contra estos trastornos. Si bien es crucial seguir investigando y profundizando en el tema, los datos existentes hasta la fecha nos brindan una perspectiva optimista sobre el potencial del CBD como herramienta terapéutica en el tratamiento de la adicción.
💡Takeaways sobre CBD y adicción: ¿qué dicen los estudios?
- El cannabidiol (CBD) ha mostrado resultados prometedores en el tratamiento de trastornos por uso de sustancias y adicciones. Diversos estudios, incluida una revisión sistemática realizada por investigadores franceses y suizos, han respaldado la eficacia del CBD en la reducción de síntomas de abstinencia asociados a las adicciones, como la ansiedad y la frecuencia cardíaca alta.
- Las investigaciones en humanos y animales han demostrado que el CBD puede ser útil como complemento en el tratamiento de adicciones a diferentes sustancias, como el alcohol, opiáceos, metanfetaminas, nicotina y marihuana. Además, algunos expertos sugieren que el uso de marihuana medicinal, rica en CBD, podría ser beneficioso para pacientes con dolor crónico, reduciendo el uso de opiáceos.
- El CBD no crea adicción ni tolerancia. Estudios han confirmado que el CBD tiene un perfil de seguridad favorable en comparación con otros medicamentos utilizados para tratar ciertas afecciones. No hay riesgo de adicción para los consumidores de cannabidiol, y cada vez hay más pruebas de que el CBD puede ayudar a combatir la adicción a otras sustancias.
- Investigaciones en animales han demostrado que el tratamiento con CBD ha evitado el desarrollo de características similares a la adicción al alcohol y a la cocaína. Además, se ha observado que el CBD puede prevenir recaídas en personas con adicciones a drogas y alcohol, y sus beneficios parecen ser duraderos.
- Es importante distinguir entre habituación, adicción y tolerancia. El CBD no se asocia con adicción, ya que su mecanismo de acción es diferente al del THC presente en el cannabis. El CBD no estimula el sistema endocannabinoide, sino que lo regula de manera negativa y produce efectos relajantes sin generar efectos psicoactivos.
- En conclusión, los estudios han aportado pruebas significativas de que el CBD puede ser un recurso útil en el tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias y en la lucha contra la adicción. Sin embargo, es importante recordar que la investigación en este campo aún está en curso y que el CBD debe utilizarse como parte de un enfoque terapéutico global, bajo la supervisión de profesionales sanitarios cualificados.
FAQ sobre CBD y adicción
¿Qué sugieren los estudios sobre la eficacia del cannabidiol (CBD) en el tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias?
Los estudios, incluida una revisión sistemática realizada por investigadores de la Universidad de París-Saclay y la Universidad de Lausana, sugieren que el cannabidiol (CBD) puede ser útil como complemento en el tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias, incluidos los opiáceos. Al parecer, el CBD interviene en las señales enviadas por las células nerviosas y ayuda a los pacientes a controlar mejor los síntomas de abstinencia, como la ansiedad y el aumento de la frecuencia cardíaca.
¿Qué dicen las investigaciones sobre la eficacia del CBD para combatir las adicciones al alcohol, los opiáceos y las metanfetaminas?
La investigación con animales ha demostrado que el CBD es eficaz para combatir el consumo de alcohol, opiáceos y metanfetaminas. Los estudios en humanos han encontrado efectos positivos del CBD en casos de adicción a la nicotina, la marihuana y los opiáceos.
¿El CBD crea adicción o tolerancia?
No, el cannabidiol (CBD) no crea adicción ni tolerancia. En comparación con otros medicamentos utilizados para tratar afecciones como la epilepsia, el CBD tiene el menor riesgo de efectos secundarios. No hay riesgo de adicción para los consumidores de cannabidiol, de hecho, cada vez surgen más resultados alentadores sobre el uso del CBD para combatir la adicción a otras sustancias.