¿Nuestros bisnietos conducirán coches que van a cannabis? Tal vez sí
La versatilidad del cáñamo es bien conocida. De esta planta se pueden obtener multitud de productos útiles para muchos fines: fibras textiles, cosméticos, productos alimenticios, preparados para la salud a base de cannabis legal como el aceite de CBD ¡e incluso combustibles!
¿Has oído hablar del etanol de cáñamo? Parece que podría ser una alternativa a los combustibles tradicionales que llevan décadas contaminando irremediablemente nuestro planeta. En resumen, ¡la solución a los daños causados por el petróleo y sus derivados podría venir del cannabis!
Increíble, ¿verdad?
Si quieres saber más sobre este tema, en el siguiente artículo te explicaré cómo se produce el etanol de cáñamo, cuáles son sus ventajas y si realmente puede convertirse en el combustible del futuro.
¿Qué es el etanol de cáñamo y cómo se produce?
Puede que no estés familiarizado con la palabra “etanol”, pero que sepas que representa algo que has visto una y otra vez: no es más que alcohol de uso alimentario, el que se encuentra en el vino, la cerveza, la grapa y todas las demás bebidas alcohólicas. En forma de bioetanol, puede utilizarse como aditivo biológico en los combustibles, en porcentajes que varían según el tipo de motor: por ejemplo, los motores de gasolina pueden soportar una concentración máxima de esta sustancia del 10%.
Una breve lección de química: el bioetanol se produce por fermentación alcohólica, un proceso en el que las bacterias metabolizan los azúcares en etanol, dióxido de carbono y calor. El material de partida es la llamada biomasa vegetal, es decir, conjuntos de productos agrícolas especialmente ricos en hidratos de carbono.
Debes saber que el cáñamo también puede utilizarse para la producción de este combustible, a través de la fermentación de la celulosa contenida en el tallo de la planta: en concreto, con una tonelada de biomasa derivada del cannabis es posible obtener hasta 300 litros de bioetanol.
En resumen, mediante el procesamiento de productos agrícolas, incluido el cáñamo, podemos obtener una alternativa a los combustibles tradicionales. Lo único que queda por ver es si el bioetanol es realmente más ventajoso que la gasolina y el gasóleo, y si es posible producir grandes cantidades de forma sostenible para convertirlo en el combustible del futuro.
Etanol de cáñamo frente a los combustibles tradicionales: los pros y los contras
Piensa en todo el daño que causan los combustibles cada año: el aire se satura de sustancias nocivas, la incidencia de las enfermedades respiratorias aumenta constantemente, su refinado y transporte siguen envenenando el planeta. Y, por si fuera poco, sabemos que los recursos naturales con los que se fabrican no son infinitos, sino que podrían agotarse a lo largo de este siglo.
El bioetanol de cáñamo, en cambio, es una fuente de energía renovable y tiene muchas ventajas para el medio ambiente y la salud humana:
- su combustión no produce azufre, uno de los contaminantes más peligrosos para la atmósfera, las especies animales y los seres humanos;
- su síntesis produce muchas menos sustancias nocivas que las que se liberan durante el refinado de los combustibles tradicionales;
- al no ser un derivado del petróleo, puede producirse sin intervenciones invasivas que desestabilicen el suelo, como la perforación que se suele utilizar para extraer el oro negro.
Así pues, el bioetanol de cáñamo parece ser una muy buena alternativa a los combustibles tradicionales, pero ¿podría producirse realmente en cantidades suficientes para satisfacer las necesidades de todo el mundo?
Etanol de cáñamo como combustible: ¿cuáles son las perspectivas de futuro?
¿Recuerdas lo que he explicado en el primer párrafo? Por término medio, se pueden sintetizar unos 300 litros de bioetanol de cáñamo por cada tonelada de biomasa.
Empecemos con esta cifra para ver si es alentadora: aquí hay algunos datos sobre el mercado estadounidense.
Se calcula que en Estados Unidos, uno de los mayores productores de cáñamo del mundo, se producen unas 20 toneladas de biomasa al año por cada hectárea de tierra plantada con cannabis. Con un simple cálculo, podemos decir que una superficie de este tamaño permite la síntesis de 6.000 litros de bioetanol.
El consumo anual de combustible de los estadounidenses asciende a unos 530.000 millones de litros. Esto significa que, para adoptar plenamente la alternativa del bioetanol, Estados Unidos tendría que dedicar al menos 88 millones de hectáreas al cultivo del cáñamo. ¿Y sabes cuál es la superficie total de las tierras agrícolas de Estados Unidos? ¡94 millones de hectáreas!
En resumen, si todos los estadounidenses quisieran utilizar bioetanol como combustible, el cáñamo tendría que cultivarse casi exclusivamente en Estados Unidos. Por eso, en la actualidad, no es posible imaginar un futuro próximo en el que el cannabis sustituya totalmente a la gasolina, el gasóleo, el metano, etc. Sin embargo, el cambio podría producirse.
Sin embargo, el cambio podría producirse de forma gradual, a la espera de innovaciones tecnológicas que aumenten el rendimiento de la biomasa, para que podamos empezar a construir un futuro más verde lo antes posible.
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En conclusión
Hemos explicado qué es el etanol de cáñamo, cómo se produce y sus ventajas sobre los combustibles tradicionales. Esta sustancia podría ser un recurso inestimable para proteger el medio ambiente y los seres vivos de los efectos nocivos del uso del petróleo.
¿Será el combustible del futuro? Tal vez aún no haya llegado el momento, pero esperamos que no te pierdas esta gran oportunidad de sentar las bases de un planeta más limpio y saludable.
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