El coche ecológico fabricado íntegramente con cáñamo inventado por Henry Ford
Hoy vamos a hablarle del increíble y asombroso Hemp Body Car, el legendario coche fabricado íntegramente con cáñamo concebido por el famoso empresario automovilístico Henry Ford.
¿Existió realmente este coche legendario? ¿Por qué se archivó el sueño de Ford de un vehículo ecológico con escaso, casi nulo, impacto ambiental? ¿Fue realmente el coche de cáñamo boicoteado por las industrias del petróleo y el plástico?
Veremos cómo el advenimiento de la prohibición de las llamadas drogas blandas se debe también a causas económicas. Pero, ¿realmente la planta de cáñamo corría el riesgo de socavar los intereses económicos de muchos industriales?
¿Cuál sería el estado de nuestro planeta si el cáñamo no hubiera sido criminalizado y condenado al ostracismo? ¿Podría haber sido realmente una alternativa creíble al petróleo y a otros combustibles fósiles altamente contaminantes?
En este estudio en profundidad intentaremos responder a todas estas preguntas y despejar la niebla (¡o deberíamos decir el humo!), entre el mito y la realidad, sobre este increíble invento de Henry Ford.
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Dicho esto, os dejamos con el artículo, ¡feliz lectura!
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La brillante intuición de Henry Ford: un coche totalmente ecológico
¿Por qué consumir bosques que tardaron siglos en crecer y minas que tardaron eras geológicas enteras en establecerse, si podemos obtener el equivalente de bosques y productos mineros del crecimiento anual de los campos de cáñamo?
Si le preguntáramos quién pronunció estas palabras entre Greta Thunberg, o algún otro activista medioambiental, y Henry Ford, el conocido magnate de la industria automovilística, ¿qué diría?
Pues te vamos a sorprender, no fue ningún activista medioambiental quien pronunció esto, ¡sino el mismísimo industrial Henry Ford!
Sí, estás leyendo bien, no se trata de un caso de homonimia, nos referimos al mismísimo Henry Ford, fundador de la Ford Motor Company, creador del Ford T, el primer coche producido a gran escala, y gran innovador en el campo de la industria gracias a la introducción de la cadena de montaje y los conceptos tayloristas.
Ahora bien, que quede claro, no queremos revalorizar a Ford y contarlo entre los grandes ecologistas de la historia, no le atribuimos ningún aflato ecologista, nada de revisionismo histórico, ¡no teman!
Sin embargo, ciertamente por cálculo e interés económico, Henry Ford concibió y produjo un vehículo que podría revolucionar el mercado del automóvil y probablemente resolver los numerosos problemas de contaminación actuales, veamos cómo.
Evidentemente, el problema de la limitación de recursos ya se dejaba sentir en la época y en esto Ford fue un gran precursor, casi un visionario.
Entre 1931 y 1937, de hecho, sus industrias diseñaron un coche fabricado íntegramente con cáñamo, desde la carrocería hasta el interior, ¡que incluso utilizaba un biocombustible de cáñamo!
El ingenioso empresario presentó el prototipo en 1941 en la feria de su ciudad natal, el Dearborn Days Festival de Michigan, y luego lo reprodujo ese mismo año en la Michigan State Fair Grounds.
Imagínense el asombro y la maravilla del público que, entre banquetes de comida y dulces, juegos y atracciones varias, vio al legendario Ford conduciendo lo que él mismo llamó entonces el Coche de la Soja, pero que pronto se convirtió para todos en Hemp Body Car.
En una de estas ocasiones, Ford, para demostrar la robustez del vehículo, lo desmontó literalmente con un pico, sin hacer ni un solo rasguño, ni a los cristales ni a la carrocería. El histórico episodio se puede presenciar en el vídeo que figura a continuación.
¿Cómo era el Hemp Body Car?
Tras la Gran Guerra, el acero escaseaba y el que había en el mercado era muy caro, por lo que Ford y sus ingenieros probaron varias formas de prescindir de él.
Así que el conocido industrial encargó a George Washington Carver, un conocido químico y botánico, que pensara en un material biológico para construir ¡nada menos que un coche!
Carver no se desanimó, aceptó el reto y, tras varios experimentos, consiguió fabricar pinturas, plásticos y cauchos sintéticos utilizando cáñamo, soja y otros materiales vegetales de desecho.
Carver, al que la revista Time se refirió como“el Leonardo negro”, llegó a ser esclavizado antes de la Guerra Civil, para redimirse gracias a su increíble tenacidad e inteligencia. Murió en 1943, dos años después de hacer realidad su proyecto.
Por si fuera poco, Carver llegó a concebir el biocombustible de cáñamo.
Basta pensar que ya en 1925 Ford declaró al New York Times:
“el combustible del futuro vendrá de la fruta, de la carretera o de las manzanas, de las malas hierbas, del serrín, en resumen, ¡de casi todo! Hay combustible en toda materia vegetal que pueda fermentarse y proporcionar nutrición. Hay suficiente alcohol en la cosecha de un año de un campo de patatas para impulsar las máquinas necesarias para cultivar los campos durante cien años”.
Así, gracias a las ideas de Carver, el equipo de ingenieros dirigido por Lowell E. Overly, pudo construir el revolucionario coche en el Laboratorio de Soja de Greenfield Village, y el sueño de Ford se hizo realidad.
El coche pesaba la irrisoria cifra de 2.000 libras, frente a las entre 3.000 y 4.000 libras de los coches de época normales.
Pero veamos en detalle la estructura del coche:
la carrocería se fabricó con 14 paneles de materiales bioplásticos reforzados, compuestos por un 50% de fibra de Pinus Elliottii, un 30% de paja, un 10% de fibra vegetal de ramio (la fibra vegetal de las vendas que utilizaban los antiguos egipcios para envolver a las momias) y un 10% de cannabis.
Todos estos componentes se unían después con una resina de celulosa de soja. Pensemos que hasta los neumáticos se crearon utilizando únicamente materiales vegetales, gracias a la ayuda de una lumbrera como Thomas Edison.
Por desgracia, sin embargo, fue la Segunda Guerra Mundial la que dio al traste con los planes de Ford, ya que la industria dedicó todos sus recursos al conflicto; en resumen, las prioridades habían cambiado, como era comprensible.
Así, en 1946, el ingeniero de automoción del grupo de Detroit, Eugene Turenne Gregorie, llegó a ordenar la destrucción del último ejemplar del coche, aún no está claro por qué, suscitando sospechas y teorías conspirativas que aún persisten hoy en día.
Así pues, el sueño del coche de cáñamo se vio truncado por la guerra, pero no sólo eso, en los próximos párrafos analizaremos las demás causas.
¿Por qué se desvaneció el sueño de Ford de un coche respetuoso con el medio ambiente? ¿Quién le condenó al ostracismo?
Henry Ford hizo realidad el Ford Cannabis, no porque fuera un utópico ecologista, sino simplemente porque, a lo largo de su vida, se rigió por criterios pragmáticos y económicos, en la práctica, para conseguir los máximos resultados con el mínimo esfuerzo.
De hecho, esto le permitió reducir el uso de materias primas y los costes. El uso de materiales de origen vegetal permitía un ahorro considerable tanto en la producción como en la eliminación, ya que eran completamente biodegradables.
En resumen, la producción de estos coches habría generado un impacto medioambiental mucho menor que otros materiales más tradicionales, como el acero y los plásticos.
Por si fuera poco, el Hemp Body Car de Ford estaba propulsado por cáñamo, más concretamente por etanol derivado de la fermentación de residuos vegetales.
Piense en la reducción de las emisiones de CO2 y en los beneficios para el medio ambiente en comparación con los combustibles fósiles clásicos: ¡un increíble cambio de paradigma, una auténtica revolución!
Como era de esperar, esta innovación afectó a diversos intereses económicos, tanto de los grandes fabricantes de automóviles como de las compañías petroleras, que desencadenaron y financiaron, de forma no tan encubierta, una agresiva campaña de prensa contra el cáñamo.
Antes de esa época, el cáñamo se utilizaba ampliamente en la industria textil, por ejemplo, pero después de la Segunda Guerra Mundial fue fuertemente criminalizado y demonizado, asociado a los estupefacientes y considerado una planta insalubre y peligrosa.
Concretamente, una lápida en el sueño de Ford, fue la Ley de Impuestos sobre la Marihuana de 1955, que prohibía el uso del cáñamo con fines industriales y terapéuticos.
Esta ley, instigada por el político prohibicionista Henry Aslinger, no prohibía el consumo ni el cultivo del cáñamo, sino que afectaba al producto minando su mayor cualidad: su bajísimo coste.
De hecho, Aslinger gravó el comercio de cannabis y endureció las penas para los evasores, estipulando hasta cinco años de cárcel para los infractores y una multa de dos mil dólares.
El cáñamo, por tanto, de ser un material conveniente, pasó a ser económicamente insostenible y fue progresivamente abandonado por los productores y agricultores estadounidenses.
Hay que decir que la muerte de Henry Ford en 1947 fue un duro golpe para este proyecto de automóvil sostenible; tras su marcha, nadie recogió el testigo y la utopía murió con él.
Actualmente existen proyectos similares a Hemp Body Car
Hoy en día, dada la creciente sensibilidad por los temas medioambientales, ¿hay algún fabricante de coches que haya recogido el testigo de Ford, intentando quizás replicar el modelo del Coche de Cáñamo?
Nadie ha intentado replicar el diseño de Ford de forma servil, pero el cáñamo se puede encontrar en algunos modelos de coches recientes, y he aquí algunos ejemplos.
No podemos dejar de mencionar el BMW i3, el primer coche totalmente eléctrico que llegó al mercado en 2013. Su carrocería está hecha de“kenaf”, un material a base de cáñamo, que resultó óptimo para aislar el habitáculo.
El Porsche 718 Cayman tiene algunos paneles hechos de cáñamo, kenaf y fibra de lino, y Polestar debería seguir pronto su ejemplo.
Pero no sólo eso, Audi, Mercedes y Volkswagen también han desarrollado diversos componentes con cáñamo, gracias a la resistencia, rentabilidad y sostenibilidad medioambiental de su fibra vegetal.
Por último, Isiah Thomas, ex campeón de la NBA y presidente de One World Products, una empresa que produce materiales a base de cáñamo, figura entre los empresarios más activos en este innovador campo.
De hecho, acaba de firmar un acuerdo con Stellantis para fabricar componentes bioplásticos, que sustituirían al carbono, para los exteriores e interiores de los coches.
Las últimas investigaciones sobre el uso del biocombustible parecen muy optimistas, piense que se ha estimado que el cáñamo puede producir más de 800 litros de biodiésel por hectárea y año.
En resumen, teniendo en cuenta los incentivos europeos al cultivo del cáñamo y su uso industrial, prevemos un gran éxito en el futuro.
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Conclusiones
Acabamos de contarte la increíble historia del Hemp Body Car, el coche fabricado exclusivamente con cáñamo, desde la carrocería hasta el interior, ¡e incluso el biocombustible!
Henry Ford fue un auténtico pionero de la industria automovilística y su invento podría haber revolucionado todo el mercado del automóvil.
Sin embargo, hemos visto cómo la invención de semejante vehículo suponía una amenaza para los grupos de presión de la época, desde los fabricantes de automóviles hasta los magnates del petróleo, que montaron auténticas campañas de prensa para criminalizar el cáñamo.
El coche con la carrocería de cáñamo, el sueño de Ford, desapareció debido a estas presiones y a la Segunda Guerra Mundial, pero hemos visto cómo podría haber sido una gran oportunidad para reducir las emisiones contaminantes y los gases de efecto invernadero.
Quizá exista un universo paralelo en el que triunfó la idea de Ford de un coche sostenible y totalmente ecológico, y no podemos sino envidiar ese mundo de entonces, ¡que sin duda estaba menos contaminado y era más limpio que el nuestro!
El Hemp Body Car, también conocido como Ford Cannabis, se ha convertido en un mito, un símbolo legendario de lo que podría haber sido, y es una pena que no haya llegado ningún modelo hasta nuestros días.
Sin embargo, algunos fabricantes de automóviles de renombre han producido modelos utilizando componentes de cáñamo, por lo que quizá la lección de Ford no haya pasado completamente desapercibida.
Gracias también a los incentivos europeos para el cultivo del cáñamo, prevemos un uso cada vez mayor del cáñamo con fines industriales en el futuro, así que quién sabe, ¡quizás haya llegado el momento de volver a ver un Hemp Body Car 2.0 circulando a toda velocidad por las carreteras!
Bueno, aquí estamos al final de nuestro viaje en el tiempo, ¡estrictamente on the road!
Esperamos que este artículo haya sido de vuestro interés y os invitamos como siempre a echar un vistazo a nuestra tienda donde podréis comprar CBD y productos de marihuana sin THC.
¡Nos vemos on the road!
Takeaways
- Henry Ford, conocido industrial de la industria automovilística, desarrolló el Hemp Body Car, un coche fabricado íntegramente con cáñamo, desde la carrocería hasta el biocombustible, como una alternativa sostenible a los vehículos convencionales.
- El uso de cáñamo en la fabricación del Hemp Body Car representaba una innovación en la industria automovilística de la época, ofreciendo una alternativa más ecológica y menos contaminante a los materiales tradicionales como el acero y los plásticos.
- A pesar de su potencial para reducir las emisiones contaminantes y promover la sostenibilidad, el Hemp Body Car enfrentó la oposición de las industrias petroleras y del plástico, que desencadenaron campañas de prensa para desacreditar el uso del cáñamo en la industria automotriz.
- Aunque el proyecto del Hemp Body Car se vio truncado por la Segunda Guerra Mundial y las presiones de la industria, su legado como pionero en la búsqueda de alternativas sostenibles en la industria del automóvil persiste. Además, la investigación actual y los avances tecnológicos sugieren un renovado interés en el uso del cáñamo en la fabricación de componentes automotrices, lo que podría abrir la puerta a futuros desarrollos inspirados en el Hemp Body Car.
- La historia del Hemp Body Car destaca la importancia de la conciencia ambiental y la innovación en la industria automotriz. A medida que aumenta la preocupación por el cambio climático y la sostenibilidad, existe un potencial creciente para el desarrollo y la adopción de tecnologías más respetuosas con el medio ambiente, como el uso de materiales renovables como el cáñamo en la fabricación de vehículos.
FAQ
¿Existió realmente el coche de cáñamo inventado por Henry Ford?
Sì, el legendario coche fabricado íntegramente con cáñamo fue concebido por Henry Ford y presentado al público entre 1931 y 1937.
¿Por qué se archivó el sueño de Ford de un vehículo ecológico con escaso impacto ambiental?
El sueño de Ford se vio truncado principalmente por la Segunda Guerra Mundial, que desvió los recursos de la industria automotriz hacia el conflicto.
¿Fue el coche de cáñamo boicoteado por las industrias del petróleo y el plástico?
Sì, diversas industrias, incluidas las petroleras y las del plástico, financiaron campañas de prensa contra el cáñamo, lo que contribuyó a su demonización y criminalización.