Conoce más sobre la resina obtenida de la marihuana: descubre sus principales usos y cómo se extrae
Cuando las plantas de cáñamo legal alcanzan la plena madurez, comienzan a desarrollarse un gran número de tricomas en la superficie de sus cálices y en las flores: son los responsables de la producción de resina.
La resina de cannabis es la sustancia pegajosa (parecida a la miel) que se utiliza para producir hachis CBD y muchos otros productos, a la vez que es indispensable para el crecimiento y la defensa de las plantas de cáñamo.
¿Quieres saber más?
Aquí puedes conocer cuáles son los principales usos de la resina y cómo se extrae.
Resina: qué es y por qué las plantas la producen
Cuando se habla de la marihuana CBD, la mayoría de las veces se centra en la resina -también llamada “polen”-, la valiosa sustancia de la que se extrae el CBD y se producen muchos derivados (como el hachís y el kief).
En la naturaleza, las plantas de cannabis producen esta sustancia para defenderse de los ataques parasitarios, para disuadir las incursiones de posibles depredadores herbívoros y para defenderse del moho.
Pero eso no es todo: la producción de resina también sirve para defender a las plantas de cáñamo de las violentas ráfagas de viento y de la luz solar.
Dadas sus múltiples propiedades, la resina de cannabis legal también se ha convertido en uno de los principales objetivos de los cultivadores de cannabis.
Cuidando bien el crecimiento de las plantas de marihuana y la calidad de los tricomas, también es posible obtener una buena cantidad de resina caracterizada por la presencia de terpenos muy aromáticos.
Pero ¿cómo se extrae este producto?
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Cómo extraer la resina del cáñamo
Existen varios métodos para extraer la resina de las plantas de cáñamo: algunos son más sencillos y pueden llevarse a cabo prácticamente en cualquier lugar, mientras que otros son más complicados y sólo pueden practicarse en el laboratorio.
Uno de los métodos más conocidos es la extracción con agua helada: sumergiendo los cogollos (cogollos CBD en versión legal) y las hojas en un recipiente lleno de agua a una temperatura de 2°C o menos, se pueden aislar los tricomas. Los tricomas se desprenden y permanecen en el agua, tras lo cual se pueden recoger y combinar.
El uso de dióxido de carbono también es muy común: este método de extracción sólo puede llevarse a cabo en un laboratorio bien equipado y permite obtener grandes cantidades de resina de alta calidad.
En el laboratorio también se utilizan algunos disolventes químicos, entre los que destaca el gas n-butano: este sistema permite obtener un producto limpio y puro, ya que no hay riesgo de extraer sustancias superfluas (como la clorofila). Sin embargo, el producto que se puede obtener no es tan grande.
Entre los métodos más “caseros” se encuentra la extracción en seco, que consiste en introducir los componentes de la planta en una bolsa de malla grande (después de haberlos metido en el congelador durante unas horas) y dejar que los tricomas, que se han desprendido de la parte superior, salgan de la bolsa.
Por último, el método Rosin Tech: utilizando una plancha de pelo -o algo similar- para favorecer la liberación de la resina en forma líquida, que luego se coloca en una hoja de papel sulfurado para su uso.
Pero hablando de usos, ¿cuáles son los principales?
Resina de CBD: ¿Cómo se utiliza?
En los países en los que está permitido el consumo de cannabis ligero y sus derivados, la resina extraída de la planta se utiliza de diferentes maneras y con distintos fines.
El CBD, que está contenido en diferentes porcentajes en la resina obtenida del cannabis, parece tener varios efectos positivos en el cuerpo humano:
- alivia el dolor y la inflamación
- tiene un efecto relajante y calmante;
- ayuda a dormir a los insomnes;
- es una panacea para diversas afecciones de la piel.
Veamos con más detalle cómo se utiliza la resina de marihuana.
En cuanto a la dosificación, al igual que en el caso del aceite CBD, se suele utilizar un cuentagotas: de este modo es posible extraer dosis muy pequeñas de resina y no exceder las cantidades de un producto muy concentrado.
La resina puede tomarse por vía oral dispensando el producto puro directamente bajo la lengua, para que pueda ser absorbido rápidamente por las mucosas; de lo contrario, puede introducirse en el organismo a través de los alimentos y las bebidas.
El primer método es el que permite beneficiarse más rápidamente de los efectos de las sustancias contenidas en el polen.
Sin embargo, si la resina se toma a través del café u otras bebidas calientes, el tiempo de acción del CBD y de las otras sustancias contenidas en la resina se alarga.
La resina también se utiliza a menudo en la piel.
La aplicación tópica de este producto está destinada a aliviar diversos problemas, como la dermatitis, la psoriasis, las erupciones y otros.
Por supuesto, al igual que las inflorescencias, la resina (o polen) de la marihuana también se toma en forma de humo, pero a diferencia del aceite de CBD, no se puede vaporizar debido a su consistencia.
Dicho esto, es muy importante recordar que la resina de CBD sólo puede utilizarse en los países en los que está legalmente permitida; además, es preferible pedir consejo médico antes de hacerlo.
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Para concluir
La resina de cannabis es un producto con muchas propiedades.
Además de ser esencial para las plantas, por su alto contenido en CBD y sus aromas, la resina también es muy apreciada por los humanos.
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