Una visión general de uno de los sistemas biológicos más importantes que regulan la comunicación celular en nuestro organismo: el sistema endocannabinoide.
Comprender cómo funciona el sistema endocannabinoide es de suma importancia para tener un mayor conocimiento de nuestro cuerpo.
En este artículo, conoceremos uno de los sistemas más complejos y fascinantes: el sistema endocannabinoide. Descubierto a principios de los años 90, tiene la capacidad de regular nuestro equilibrio interno gracias a una compleja red de receptores. Descubramos juntos qué es, cómo funciona y por qué es tan importante para regular nuestros sistemas vitales.
Historia y descubrimiento del sistema endocannabinoide
El descubrimiento del sistema endocannabinoide se remonta a principios de los ʼ90, cuando Lisa A. Masuda, investigadora del Instituto Nacional de Salud Mental, dio a conocer la existencia de una red de receptores activados por cannabinoides. Este descubrimiento tuvo una importancia fundamental para el mundo de la ciencia, que había empezado a estudiarlo hacía mucho, mucho tiempo.
Descubramos juntos lo que ocurrió.
La historia del sistema endocannabinoide comienza, como hemos dicho, muchos años antes. Fue en la década de 1960 cuando los científicos empezaron a estudiar una planta, el cannabis, conocida por la humanidad desde hace milenios. Durante ese tiempo aprendieron mucho sobre su farmacología, bioquímica y los efectos clínicos que era capaz de generar.
En aquella época, lo que los científicos de todo el mundo no podían explicar era su mecanismo de funcionamiento, cómo sus acciones a nivel molecular eran capaces de alterar las percepciones de nuestro cerebro, aumentar el apetito, reducir las náuseas y mucho más. Los investigadores no entendían cómo podía incluso calmar los ataques epilépticos o aliviar el dolor.
Los estudios continuaron a lo largo del tiempo y con ellos el misterio en torno a las reacciones que las moléculas de cannabis generaban en el organismo. Pasaron varios años antes de que comprendiéramos cómo el cannabis podía bloquear los espasmos musculares en pacientes con esclerosis múltiple o, más “trivialmente”, cómo podía mejorar el estado de ánimo.
En 1973 se produjo una primera revelación significativa por parte de investigadores estadounidenses que identificaron sitios receptores en el cerebro y descubrieron que éstos eran capaces de unirse a los opioides (sustancias como la morfina y la heroína). Poco después, se identificaron receptores influenciados por el cannabis.
Sin embargo, aún pasó algún tiempo antes de que se comprendiera mejor su fundamento. Quince años más tarde, se produjo un nuevo avance: los investigadores descubrieron la presencia de proteínas receptoras específicas y especializadas incrustadas en las membranas celulares del cerebro de los mamíferos y, por tanto, también de los seres humanos, capaces de interactuar con las moléculas presentes en la resina de cáñamo.
Utilizando una molécula muy parecida al THC del cannabis, sintetizada por Pfizer (CP55.940), los investigadores pudieron trazar un mapa de las localizaciones precisas de los receptores cannabinoides especializados dentro del cerebro humano. Siguieron la molécula con una “etiqueta radiactiva” y descubrieron que se localizaba en zonas bien definidas del cerebro humano, como:
- el hipocampo y la corteza cerebral (lugares de la memoria y la cognición, respectivamente);
- el cerebelo y los ganglios basales (responsables de la coordinación motora el primero y del movimiento el segundo)
- el hipotálamo y la amígdala (importantes para el apetito y las emociones);
- la sustancia gris periacueductal (responsable del dolor).
La molécula CP55.940 se situó precisamente en zonas “particulares”, específicas, en los lugares de los principales efectos del cannabis en el cerebro.
Así que aquí estamos el 18 de julio de 1990 cuando la Dra. Masuda anunció que ella y su equipo habían localizado la secuencia precisa de ADN que codifica los receptores sensibles al THC (del cannabis) en el cerebro de un ratón en el laboratorio. Poco después llegó la noticia de la clonación con éxito de un receptor sensible al cannabis: el CB1.
A partir de entonces, la secuencia de acontecimientos que condujeron al descubrimiento real del sistema endocannabinoide fue bastante rápida. Toda la comunidad científica empezó a cuestionarse la razón de ser de estos receptores.
El punto de inflexión llegó algún tiempo después, cuando se descubrió que los cannabinoides eran producidos naturalmente por nuestro cuerpo, los llamados endocannabinoides.
Estas “moléculas señalizadoras” están ampliamente presentes en nuestro organismo y son capaces de engancharse a los mismos receptores sensibles al THC. La primera molécula identificada fue bautizada por los investigadores con el nombre de Anandamida, abreviado AEA, palabra derivada de Ananda, que en sánscrito significa felicidad, dicha.
Poco después, se descubrió un segundo endocannabinoide, que no sólo interactuaba con el receptor CB, sino también con una nueva categoría de receptores, el CB2. En resumen, el sistema se amplió, haciéndose más complejo, pero permitiendo la comprensión de este sistema biológico.
Así surgió el sistema endocannabinoide, gracias a la perseverancia de grupos de científicos de todo el mundo que tuvieron la intuición y la obstinación de estudiar la planta de cannabis. De hecho, el máximo exponente de la comunidad internacional de investigación sobre cannabinoides, Raphael Mechoulam, dijo: “No habríamos llegado hasta aquí si no hubiéramos examinado la planta “, y tenía razón.
Los estudios continuaron posteriormente y los endocannabinoides, los receptores y el sistema endocannabinoide en general se convirtieron en los temas candentes más discutidos en los congresos científicos internacionales dedicados a ello.
Los expertos empezaron a reunirse anualmente para compartir sus experiencias individuales. Nació la Sociedad Internacional de Investigación sobre Cannabinoides, que dio fe inequívoca de la importancia de lo que se había descubierto y atrajo el interés de las empresas farmacéuticas.
Los avances en la investigación sobre el sistema endocannabinoide continuaron y abrieron importantes descubrimientos y vías para el tratamiento de diversas enfermedades, entre ellas:
- cáncer;
- diabetes
- artritis;
- Esclerosis múltiple;
- Alzheimer;
- depresión.
Veamos ahora más de cerca en qué consiste este delicado sistema equilibrador del cuerpo humano.
¿Qué es el sistema endocannabinoide?
El sistema endocannabinoide, conocido por los bien informados por las siglas ECS, es un complejo sistema diseñado para mantener el equilibrio dentro de nuestro cuerpo cuando se ve sometido a factores estresantes, tanto internos como externos.
En la práctica, es como si el SCE actuara de forma discreta y constante en nuestro organismo, activándose para restablecer esa estabilidad que puede verse afectada negativamente por lesiones, virus o bacterias, pero también por factores psicológicos que amenazan el equilibrio de nuestro cuerpo. El sistema endocannabinoide también desempeña un papel fundamental en funciones neuronales como el control del movimiento y la coordinación motora. No hay que olvidar lo importante que es el sistema endocannabinoide en la gestión de las emociones y la modulación del dolor.
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El sistema endocannabinoide y el resto del cuerpo
Hemos hablado de lo valioso que es el sistema endocannabinoide para nuestro organismo. Desempeña un papel importante en el correcto funcionamiento de los sistemas cardiovascular y digestivo, pero también en el funcionamiento del hígado, los nervios y el sistema reproductor.
Sabemos cómo el sistema endocannabinoide es responsable de la regulación del estado de ánimo y cómo está vinculado a los mecanismos del aprendizaje y la memoria. Una vez más, el ECS desempeña un papel en el equilibrio sueño-vigilia y la sensación de fatiga y el aumento del apetito dependen de él. Los estudios, que no han cesado desde los años 60, demuestran que está incluso parcialmente implicado en la formación de los músculos y en la salud general de la piel.
En este último caso, informamos de un descubrimiento reciente. Parece ser que factores externos como la contaminación, las altas temperaturas o los rayos UV estimulan la producción de cannabinoides endógenos en la piel para equilibrar y proteger nuestro organismo de estos agentes.
El sistema endocannabinoide está estrechamente relacionado con la reacción del cuerpo ante el dolor crónico y la inflamación.
La estructura del sistema endocannabinoide
El sistema endocannabinoide consta de los siguientes elementos:
- receptores;
- cannabinoides;
- enzimas;
Las enzimas, en particular, garantizan que los endocannabinoides utilizados por el organismo se regeneren tan pronto como el sistema los necesita de nuevo.
Entre las enzimas se encuentran:
- DAGL-α
- DAGL-β
- NAPE
- MAGL
- FAAH
Los cannabinoides se dividen en endógenos y exógenos. Los primeros son los endocannabinoides, aquellos producidos por el propio organismo, mientras que los cannabinoides exógenos son suministrados desde el exterior. Para estos últimos mencionamos los producidos por la planta del cáñamo como el THC y el CBD.
Ambos tipos de cannabinoides se unen a los receptores del sistema endocannabinoide y son capaces de desarrollar todas esas diferentes acciones y reacciones reguladoras de las que hemos hablado largo y tendido.
Hemos visto cómo el sistema endocannabinoide es estimulado por los cannabinoides naturales, como los que se encuentran en el aceite de CBD disponible en JustBob.
Los cannabinoides exógenos más conocidos: CBD y THC
Hemos visto cómo los cannabinoides ejercen una influencia significativa en el organismo humano al actuar sobre el sistema endocannabinoide. Es importante destacar cómo las reacciones pueden diferir de individuo a individuo y cómo éstas también se ven influidas por la densidad de los receptores, así como por su estado de salud.
Los cannabinoides exógenos más conocidos derivados de la planta de cannabis son el THC y el CBD. Son como dos hermanos, nacidos de la misma familia pero con características diferentes y, por tanto, utilizados y regulados de forma distinta por las autoridades de los diferentes países del mundo.
Su diferencia sustancial radica en el efecto psicoactivo “high” generado por el THC. Por esta importante razón, el THC se considera ilegal, a diferencia del CBD, que no genera los efectos psicotrópicos del delta-9-tetrahidrocannabinol y es más tolerado y puede ser utilizado más fácilmente por las personas.
El CBD, en forma de aceites, tinturas o comestibles (caramelos de goma, por ejemplo) puede contribuir al bienestar y mantener una sensación de calma y relajación en el cuerpo. Evidentemente, el CBD no puede considerarse un sustituto de los cannabinoides de nuestro cuerpo, sino un valioso aliado para su equilibrio. Por eso es muy utilizado, en los países donde su uso está regulado y legalizado, para proporcionar alivio en situaciones de especial estrés físico y emocional o como antiinflamatorio y analgésico natural.
Nuestro sistema endocannabinoide puede beneficiarse de un valioso apoyo exógeno con el uso del CBD.
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Conclusiones
En conclusión, la historia del sistema endocannabinoide abarca décadas de investigación y descubrimientos. Desde la identificación de los primeros receptores cannabinoides hasta la comprensión de la compleja red de endocannabinoides que regulan el equilibrio de nuestro cuerpo. El sistema endocannabinoide, con su capacidad para influir y regular numerosas funciones vitales, ha demostrado ser esencial para mantener la homeostasis, controlar el dolor, regular el estado de ánimo y el sueño, y mucho más.
El descubrimiento de los cannabinoides endógenos ha puesto de relieve cómo nuestro cuerpo produce naturalmente estas sustancias para su bienestar. Sin embargo, la existencia de cannabinoides exógenos, como el CBD, ofrece más posibilidades terapéuticas. En concreto, se ha demostrado que el cannabidiol tiene beneficios potenciales sin los efectos psicoactivos asociados al THC, lo que lo convierte en un candidato prometedor para el tratamiento de diversas afecciones médicas.
La historia del sistema endocannabinoide está lejos de haber terminado, y con cada nuevo descubrimiento nos acercamos más a desvelar nuevos misterios de este sistema biológico fundamental.
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Takeaways
- El sistema endocannabinoide, descubierto en los años 90, es una red compleja de receptores que regula el equilibrio interno del cuerpo humano. Su investigación ha evolucionado desde la identificación inicial de receptores hasta la comprensión de endocannabinoides y su papel en la homeostasis.
- El sistema endocannabinoide desempeña un papel crucial en diversas funciones vitales, incluyendo la regulación del dolor, el estado de ánimo, el sueño, la coordinación motora y la respuesta al estrés. Su capacidad para mantener la estabilidad interna del cuerpo lo convierte en un sistema esencial para la salud y el bienestar.
- Los receptores cannabinoides, como CB1 y CB2, están ubicados en áreas clave del cerebro y del cuerpo humano. Su interacción con endocannabinoides y cannabinoides exógenos como el THC y el CBD permite la modulación de diversas funciones fisiológicas.
- El THC y el CBD son los cannabinoides exógenos más conocidos derivados del cannabis. Mientras que el THC tiene efectos psicoactivos, el CBD es más tolerado y se utiliza ampliamente por sus propiedades terapéuticas, como el alivio del estrés y el dolor, sin los efectos psicotrópicos del THC.
- El descubrimiento de los cannabinoides endógenos y exógenos ha abierto nuevas posibilidades terapéuticas para tratar diversas afecciones médicas, como el dolor crónico, la ansiedad, la inflamación y trastornos neurológicos. El CBD, en particular, ha demostrado ser prometedor debido a sus beneficios potenciales sin efectos psicoactivos.
FAQ
¿Cuándo se descubrió el sistema endocannabinoide?
El sistema endocannabinoide fue descubierto a principios de los años 90 por Lisa A. Masuda, investigadora del Instituto Nacional de Salud Mental.
¿Qué importancia tuvo el descubrimiento del sistema endocannabinoide?
El descubrimiento del sistema endocannabinoide fue fundamental para comprender cómo el cannabis afecta al organismo y cómo nuestro cuerpo regula su propio equilibrio interno.
¿Cuáles son algunas funciones reguladas por el sistema endocannabinoide?
El sistema endocannabinoide regula funciones vitales como el control del dolor, el estado de ánimo, el sueño, el apetito, la coordinación motora, la memoria y la respuesta del sistema inmunológico.