¿Que es el THC?
El tetrahidrocannabinol es el principal componente psicoactivo de la planta del cannabis, en otras palabras, es la sustancia responsable de las alteraciones de la percepción y de los cambios de humor de los consumidores. Por lo tanto, es el componente que genera la sensación de ” colocón ” asociada al consumo de cannabis. Por eso es ilegal en casi todos los países del mundo.
El porcentaje de THC contenido en las variedades psicoactivas varía entre variedades e incluso dentro de la misma variedad, dependiendo de las condiciones de cultivo, superando en algunos casos el 25%. Por su parte, las variedades de cannabis no psicoactivas, comúnmente conocidas como marihuana CBD, deben tener menos de un 1% de tetrahidrocannabinol según la normativa internacional.
¿Que es el THC desde el punto de vista de la bioquímica? Psicoactivo del cannabis
Al igual que otras sustancias químicas cannabinoides, el THC de la marihuana es similar a las sustancias químicas cannabinoides que el cuerpo produce de forma natural. Los cannabinoides endógenos actúan como neurotransmisores que envían señales químicas entre las células nerviosas o neuronas de todo el sistema nervioso. Estas señales actúan en distintas zonas del cerebro, afectando al placer, la concentración, la memoria, el pensamiento, la coordinación, el movimiento, el tiempo y la percepción sensorial.
Aunque el cannabis se utiliza desde hace muchos siglos, su uso actual como sustancia recreativa o terapéutica sigue causando controversia en la sociedad y en la comunidad científica debido a sus efectos.
Delta-8 THC: el cannabinoide emergente en la marihuana
El delta-8 THC es uno de los muchos cannabinoides presentes en la marihuana, también conocida como cannabis. Su nombre científico es delta-8 tetrahidrocannabinol, una sustancia que, al igual que el THC, puede tener efectos en el cerebro al interactuar con los receptores cannabinoides del sistema nervioso central.
La exposición al delta-8 THC, al igual que otras sustancias presentes en la planta de cannabis, puede causar alteraciones en la percepción, el estado de ánimo y la memoria de una persona. Para algunos pacientes, especialmente aquellos que utilizan productos con CBD o cannabinoides para tratamiento de enfermedades, estos efectos pueden ser beneficiosos. Sin embargo, también se han observado efectos secundarios en algunos casos, como cambios en el comportamiento o la capacidad de concentración.
El consumo de delta-8 THC y otros cannabinoides ha generado un gran interés en la investigación médica. Estudios sugieren que ciertas dosis y composiciones pueden tener beneficios para la salud, como la estimulación del apetito en pacientes con enfermedades crónicas o terapias para tratar condiciones específicas.
Potencial terapéutico del Delta-8 THC y los cannabinoides en medicina
A pesar de los posibles beneficios, existe preocupación sobre el uso excesivo y la adicción a estas sustancias, particularmente debido a la afinidad del delta-8 THC con los receptores CB1 en el cuerpo. El desarrollo de tratamientos y medicamentos a base de cannabinoides está en curso, pero se requiere más información sobre las cantidades seguras, las dosis adecuadas y las condiciones óptimas para su uso terapéutico.
El cannabis, con sus diferentes variedades y composiciones de cannabinoides, está siendo cultivado en diversas condiciones para entender mejor su mecanismo de acción y su influencia en el organismo. A medida que la investigación avanza, se busca encontrar la dirección adecuada para aprovechar sus beneficios potenciales en la salud, siempre manteniendo un equilibrio entre la cantidad, la dosis y el impacto en la vida de las personas.
Efectos del Tetrahidrocannabinol
Como señalamos anteriormente, el tetrahidrocannabinol o THC y el resto de elementos psocoactivos del cannabis comparten un gran parecido estructural respecto a los cannabinoides presentes en el organismo humano.
Los efectos del THC vienen determinados al tomar el espacio de los cannabinoides humanos ubicados en los receptores, modificando el funcionamiento normal del sistema nervioso y provocando diferentes efectos que dependen de la zona del cerebro afectada. Aunque podemos destacar los siguientes:
- Hipotálamo: se encarga de regular los procesos metabólicos y, por ende, el apetito. Cuando el THC interviene en el hipotálamo, su funcionamiento normal se altera, generando una sensación de hambre.
- Corteza cerebral: se encarga principalmente de las funciones relacionadas con la percepción y la memoria, por lo que en el momento que el THC se adhiere a los receptores de cannabinoides, se genera una alteración de la conciencia que puede llegar a distorsionar la memoria e, incluso, derivar en alucinaciones y delirios ocasionales.
- Tronco cerebral: entre sus competencias, cabe destacar el control del ritmo cardíaco, la presión sanguínea y el reflejo vomitivo. En este sentido, el THC disminuye las náuseas y la presión sanguínea, además de provocar somnolencia.
- Hipocampo: es el área que se ocupa de almacenar los recuerdos. El THC afecta su funcionamiento normal, disminuyendo su rendimiento.
- Cerebelo: controla las habilidades psicomotrices y, al estar bajo los efectos del tetrahidrocannabinol, la coordinación se ve perjudicada.
- Amígdala: regula las emociones. En este caso el THC puede ayudar a reducir las ansiedad y combatir los recuerdos traumáticos.
Beneficios del THC en la salud
Aparte de los efectos psicotrópicos del THC, este también es responsable de algunas de las propiedades terapéuticas del cannabis. Estos efectos beneficiosos para la salud han sido rubricados por múltiples estudios en diferentes partes del mundo: He aquí algunos de ellos:
- Mitiga el dolor: el cannabis ya forma parte de tratamientos para mitigar el dolor crónico de los pacientes.
- Como tratamiento para el estrés postraumático: uno de los efectos inmediatos del THC es la alteración de la memoria a corto plazo. En el caso de las personas con estrés postraumático, esta influencia les permite lidiar mejor con los recuerdos adversos.
- Reduce las náuseas y los vómitos: los pacientes sometidos a quimioterapia padecen fuertes náuseas y vómitos motivados por las toxinas que genera dicho tratamiento. El THC ayuda a mitigar en gran medida estas molestias, mejorando notablemente la calidad de vida de los pacientes.
- Aumenta el apetito: se ha demostrado que el consumo de cannabis estimula el apetito debido a la presencia de THC en el flujo sanguíneo. Por tanto, resulta eficiente para distintos pacientes cuyo apetito se ve afectado por algunas enfermedades o por ciertos medicamentos.
- Para tratar el glaucoma: el cannabis permite aliviar los síntomas que padecen la mayoría de pacientes con glaucoma y otros problemas oculares.
- Para paliar el insomnio: el cannabis incide en una mayor calidad del sueño, y se ha convertido en un sustituto más eficiente y saludable en comparación con otras sustancias químicas menos seguras y con más efectos secundarios.
- Para tratar el asma: diversos estudios universitarios demostraron que las dosis controladas de tetrahidrocannabinol ayudan a contener los ataques de asma, dilatando los bronquios y facilitando la respiración. En estos casos, el consumo recomendado es a través de un vaporizador.
Daños del THC
Los cannabinoides son moléculas con baja toxicidad, por lo que son seguras para el uso terapéutico bajo las dosis recomendadas por los profesionales sanitarios. Por su parte, el consumo de cannabis para fines lúdicos produce una serie de efectos adversos en las personas.
- El THC altera el sistema nervioso central, generando euforia, dificultad para aprender, disminución de la concentración, dificultad en el habla y falta de memoria.
- Fumar marihuana irrita las vías respiratorias e incrementa el riesgo de sufrir patologías bronquiales y pulmonares.
- El sistema cardiovascular también se ve perjudicado y puede desembocar en taquicardias si se abusa de la sustancia.
- El consumo frecuente de hachis puede acabar debilitando el sistema inmunológico y hacer más vulnerables a las personas ante el azote de microorganismos.
- La acción del cannabis sobre el sistema endocrino puede disminuir la produción de óvulos en las mujeres y causar impotencia en los hombres.
La ley Española sobre el Cannabis CBD y el limite de THC
En España, el cultivo de marihuana o cannabis (independientemente del porcentaje de THC) está sujeto a la autorización por parte de la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios).
Por otra parte, cuando un producto se elabora con cáñamo y se comercializa legalmente dentro de la UE, las autoridades españolas no se oponen a su comercialización por reconocimiento mutuo. En este sentido, la AECOSAN (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición) se encarga del consumo de los extractos de la especie de cannabis sativa, controlando que el contenido de THC esté por debajo del 0,2%. Por tanto, el CBD es completamente legal en España.
Marihuana CBD: usos permitidos
En la actualidad existe una amplia gama de usos y aplicaciones de CBD, como aceite de CBD (extraído de las glándulas de resina), alimentos con CBD (caramelos, chocolates, golosinas, pasteles…), bebidas que contienen CBD (café, cerveza…) y golosinas con CBD especialmente indicadas para mascotas que muestran hiperactividad.
Cannabis terapéutico
El cannabis no es una panacea milagrosa, pero sí tiene propiedades medicinales para tratar una amplia variedad de enfermedades, como los dolores crónicos, náuseas asociadas a las quimioterapias oncológicas, desórdenes alimenticios y epilepsias infantiles, entre otras afecciones diversas y bastante comunes. El cannabis terapéutico suele presentarse en pequeños frascos con un gotero que facilita el suministro de la cantidad adecuada.
Los usuarios suelen recurrir a clubes de marihuana para adquirir los frascos, aunque estos manifiestan su descontento, puesto que el consumo y transporte de THC sigue siendo ilegal. No obstante, el CBD está permitido como suplemento alimentario. De hecho, es posible adquirirlo fácilmente a través de internet.
Cáñamo CBD: bajo THC y alto CBD
El CBD o cannabidiol es el segundo cannabinoide presente en el cannabis tras el THC. Este último es el que produce los efectos psicotrópicos de la planta, mientras que el CBD no genera ningún efecto psicoactivo, además de limitar en gran medida los efectos generados por el THC. Así que los cogollos CBD resultan muy provechosos para su uso medicinal, lo cual está avalado por numerosas investigaciones científicas.
De hecho, en el mercado actual existen nuevos tipos de variedades del cannabis con un nivel muy elevado de CBD y un porcentaje mínimo e inocuo de THC. Estas nuevas cepas de cannabis con un alto contenido de CBD son eñ resultado del trabajo de empresas y corporaciones dedicadas a la producción de cannabis para diversos fines terapéuticos. Las plantas de cannabis con niveles de THC bajos son conocidas como cáñamo industrial.
Recordemos que en España y en el resto de países de la Unión Europea es legal el cultivo de plantas para la obtención de CBD, aunque estas variedades deben tener siempre un porcentaje de THC inferior al 0,2%. En definitiva, existen variedades de cannabis con un notable valor medicinal que producen un efecto psicotrópico mínimo, puesto que, además, el CBD equilibra los efectos sicoactivos que pueda generar el porcentaje de THC que contenga la planta. Así que estas variedades están especialmente indicadas para fines terapéuticos, y los bancos de semillas ofrecen cada vez más tipos de especies con alto contenido de CBD.