Descubre cuáles son los principales tipos de hachis que se disfrutan en el mundo
Si eres un aficionado al cannabis y a la marihuana CBD y sus derivados, probablemente te habrás encontrado con muchos tipos de hachís al navegar por ahí. Están los productos más oscuros y maleables, los que tienden al amarillo dorado, los que tienen una consistencia más dura, etc.
¿Pero cuántos tipos de hachís hay?
¿Cuáles son sus particularidades?
Dar una respuesta exacta a la primera pregunta sería demasiado complicado, porque hoy en día hay muchos tipos de hachís con características diferentes, pero a continuación vamos a enumerar los principales para que tengas una idea clara de lo que hay en el mercado.
Estos son los principales tipos de hachís en el mundo.
Charas: redondas, frescas y con especias
Una de las variedades de hachís más conocidas en el mundo es sin duda el “charas”, un tipo de hachís muy especial que se produce principalmente en la India, Pakistán y el Himalaya.
El cultivo de marihuana y la producción de charas en estas regiones se remonta a mucho tiempo atrás y con ello la producción de charas.
Pero, ¿qué tiene de especial este tipo de hachis?
A diferencia de la mayoría de las otras variedades, el charas está hecho de resina fresca.
Para elaborar este producto, básicamente se frotan los cogollos frescos de cannabis (o cogollos CBD) entre las manos para que la resina se pegue a las palmas. La capa resultante se pela y se procesa en pequeñas bolas o gránulos maleables, oscuros y muy perfumados.
El charas es un tipo de hachís especialmente especiado que, al ser consumido, genera efectos muy potentes, que se traducen sobre todo en relajación muscular y mareos.
En Justbob puedes encontrar la versión light de este producto, que tiene un contenido de THC inferior al 0,2% y un contenido de CBD superior al 16%.
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Hachís afgano: fragante, potente y sedante
Hoy en día, Afganistán es uno de los principales productores de hachís, por lo que probablemente hayas escuchado mucho el nombre de hachís afgano.
En este caso, el producto se llama chars (nota: no charas, como el hachís mencionado anteriormente) y se elabora a partir de los tricomas extraídos de los cogollos de cannabis secos.
Una vez hecho el kief, se procesa hasta conseguir la consistencia de una pasta: lo que se necesita para ello es una placa metálica, que se calienta con una llama y en la que se mezcla el polen con un poco de agua o té.
Una vez que la mezcla tiene la consistencia adecuada, se trabaja a mano.
El resultado final es una masa de color muy oscuro (casi negro) o castaño, maleable y especialmente aromática (a veces casi picante).
Además de su aroma, el hachís afgano es conocido por la potencia de sus efectos, que son principalmente sedantes y relajantes.
En nuestra tienda online Justbob.es encontrarás la versión legal de este producto (con bajo contenido de THC y alto de CBD), el Afghan gold: ¡una variedad de hachís envuelta en hojas de oro puro!
Hachís pakistano: súper aromático y alucinante
El hachís pakistano es uno de los más conocidos y queridos del mundo.
Su método de producción es muy similar al del hachís afgano, pero con la diferencia de que, tras su elaboración, las tortas de hachís se dejan envejecer durante unos meses en pieles de cabra o de oveja para potenciar los aromas, que son la verdadera baza de este producto.
Además de ser súper aromático y picante, el hachís pakistano en su versión clásica tiene un efecto especialmente intenso y relajante.
En nuestra tienda de cannabis CBD encontrarás la versión legal del hachís pakistano, que tiene un contenido de CBD de alrededor del 17,5%.
Hachís libanése: la colorida resina con efectos cerebrales
Un tipo de hachís que se diferencia de los demás es, sin duda, el hachís libanés.
Para elaborar este producto, las plantas se secan antes de ser cortadas, y es en esta fase cuando pueden adquirir diferentes colores (amarillo, rojo o marrón).
En cuanto las plantas estén lo suficientemente secas, se pueden tamizar las partes superiores.
La resina obtenida se utiliza para fabricar kief, que luego se presiona para formar grumos desmenuzables.
Las plantas de cáñamo más jóvenes se utilizan para hacer hachís libanés amarillento, que se sabe que provoca un subidón cerebral; las plantas más maduras se utilizan para hacer hachís rojo, que produce efectos diferentes, principalmente narcóticos.
La producción de hachís: un mundo en constante evolución que avanza hacia lo “legal”
Además de las variedades de hachís que acabamos de describir, existen otras muchas: está el hachís marroquí, el nepalí, el turco, el Burbuka, el Manali Cream, etc.
En definitiva, el panorama mundial del hachís es, cuanto menos, variado.
El hachís tiene raíces ancestrales y siempre ha sido apreciado en muchos países del mundo en todas sus variantes, pero especialmente en sus formas más aromáticas y concentradas.
Sin embargo, lo que ha dificultado en parte la difusión de esta sustancia es su alto contenido en THC, un cannabinoide psicotrópico considerado ilegal en muchos países del mundo.
Para superar este problema, se han desarrollado muchos nuevos tipos de hachís a partir de plantas de cáñamo legales, es decir, aquellos con muy bajo THC (como en el aceite CBD que no contiene el THC) y altas concentraciones de CBD, que puedes encontrar en nuestra tienda Justbob.
El producto resultante se llama hachís CBD o hachís legal y es un producto que también se puede comprar legalmente en Europa.
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Para concluir
El mundo del hachís, como todo lo que gira en torno a las plantas de marihuana y a la luz del cáñamo, está en constante evolución, por lo que es probable que dentro de unos meses haya muchas nuevas variedades de productos y que quizás una de ellas se imponga a las demás.
Dicho esto, recordando que el consumo de cogollos de cannabis y sus derivados está prohibido en Europa, te invitamos a visitar nuestra tienda de Justbob para adquirir tus productos favoritos con fines de coleccionismo.
Te esperan muchas novedades: ¡hasta pronto!