¿Cuál es el mejor tipo de suelo para el cannabis? Lo que dicen y prefieren los cultivadores y productores de cáñamo
Bienvenidos de nuevo, hoy os traemos un artículo a petición popular, concretamente trataremos de entender cuál es el suelo ideal para el cultivo de marihuana.
Analizaremos juntos las características y propiedades de los suelos más utilizados y las diferencias entre ellos. Por último, trataremos de entender si existe un suelo ideal para el cultivo de cáñamo y cuáles son las características más importantes para que la planta crezca fuerte, frondosa y sana.
Sin embargo, nos gustaría especificar que este artículo nuestro tiene fines puramente informativos; ¡simplemente intentamos satisfacer vuestra curiosidad como botánicos virtuales! No queremos fomentar ninguna práctica ilícita, os invitamos, como siempre, a respetar la normativa vigente que rige el mundo cannábico.
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Gracias por su atención, ¡ahora podemos empezar!
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Los 4 tipos de suelo más utilizados en el cultivo de marihuana
Antes de entrar en materia, nos parece oportuna esta premisa: no todos los tipos de suelo son adecuados para todas las variedades de cannabis, y viceversa.
Entonces, ¿cómo saber qué tipo de suelo es el ideal para una determinada calidad de cannabis?
La elección depende de la genética del cannabis elegido y del tipo de cultivo, exterior o interior, y por supuesto de ciertas variables ambientales como el clima y la temperatura media de la zona donde se cultiva.
Pero, ¿cuáles son las variedades de tierra más utilizadas para cannabis?
Para aquellos que optan por métodos totalmente orgánicos, los cuatro tipos de suelos naturales son:
- arenosos, se trata de un tipo de suelo grueso, bien drenado pero con una retención de agua subóptima. Durante el riego, de hecho, se pierden en el suelo moléculas de nutrientes importantes para la salud del suelo, como el nitrógeno. Este tipo de suelo es muy fácil de cultivar debido a su alto contenido en oxígeno. Su pH suele ser bajo y necesita ser hidratado y regado con asiduidad. A pesar de este aspecto negativo, parece ser el favorito de los cultivadores de cannabis. Cuando se riega, las moléculas nutritivas como el nitrógeno se dispersan rápidamente en el suelo. Los suelos arenosos son fáciles de trabajar y son una opción viable para los cultivadores de cannabis;
- fango, este suelo también es bastante grueso, pero a diferencia del suelo arenoso, ofrece una buena retención de agua además de un buen drenaje. Los suelos fangosos son ricos en minerales y partículas orgánicas muy importantes para el crecimiento de las plantas. Se trata de suelos fáciles de trabajar, que retienen bien el agua tras el riego y suelen ser muy fértiles debido a los numerosos nutrientes;
- limoso, este tipo de suelo es una mezcla de arena, limo y arcilla. Tiene una excelente capacidad de drenaje y una considerable retención de agua. Contiene importantes moléculas orgánicas, altos niveles de oxígeno y muchos nutrientes, lo que lo convierte en un suelo excelente según los cultivadores de cannabis. El único inconveniente, y no insignificante, es su elevado coste;
- clayey, estamos hablando de un sustrato muy difícil de cultivar a pesar de sus muchos nutrientes y alto contenido en minerales. Aunque esta variedad de tierra natural para macetas retiene muy bien el agua, tiene poca capacidad de drenaje. Además, es una tierra pesada, con partículas muy finas y un pH elevado. Debido a su alto nivel de nutrientes, es la preferida por los cultivadores experimentados que prefieren métodos totalmente orgánicos, a pesar de que es una tierra muy compacta y pesada de cultivar.
Tras este breve examen de los mejores suelos para el cannabis, parece útil, sin embargo, recordar que cada suelo es una mezcla de otros, y rara vez encontraremos en la naturaleza un tipo de suelo totalmente arcilloso o arenoso.
Los 5 acondicionadores de suelo más populares para el cáñamo
¿Qué hacer cuando la tierra no tiene la consistencia ideal para el cultivo o si no drena el agua como se desea?
Existen algunos métodos naturales para remediar estos problemas, concretamente el uso de amendantes, compuestos que se pueden encontrar fácilmente en tiendas de jardinería.
Entre los más utilizados en el cultivo de cannabis se encuentran:
- la perlita, compuesta de rocas blancas y ligeras, y capaz de mejorar el drenaje del suelo y garantizar una buena retención del agua. Debido a estas propiedades, es el tipo de acondicionador del suelo más utilizado por los cultivadores de cannabis. Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que un exceso de perlita puede aligerar el sustrato y provocar así la pérdida de nutrientes;
- fibra de coco, es capaz de aligerar los suelos más pesados y compactados y mejorar la retención de agua del sustrato. Se obtiene de los cocos y se utiliza mucho en las plantaciones de cáñamo;
- la arcilla expandida, se utiliza cada vez más en cultivos hidropónicos, de hecho, este material mejora en gran medida el drenaje del suelo al evitar la acumulación de agua que podría provocar la pudrición de las plantas.
La arcilla también es capaz de retener la humedad del suelo, evitando que se evapore con demasiada rapidez. No sólo eso, este tipo de acondicionador del suelo también es útil porque elimina las malas hierbas perjudiciales para las plantas y, al mismo tiempo, protege a las bacterias beneficiosas de la luz solar; - vermiculita, se trata de un mineral que ofrece características similares a la perlita, como la capacidad de aligerar el suelo y retener el agua. Pero mientras que la perlita es capaz de aumentar las propiedades drenantes del suelo, la vermiculita, en cambio, aumenta y mejora la retención de agua. Los cultivadores experimentados suelen utilizar simultáneamente vermiculita y perlita, beneficiándose y complementando los dones de ambas;
- vermicompost, el último de los acondicionadores del suelo que proponemos, ofrece excelentes efectos drenantes a la planta y mejora tanto el drenaje como la retención de agua en el suelo. El vermicompost se considera un acondicionador nutritivo del suelo por los numerosos microorganismos que lo componen, útiles y beneficiosos para las plantas.
Los expertos parecen estar de acuerdo en algunos pequeños consejos prácticos sobre el uso del compost:
A veces puede ocurrir que algunos cultivadores decidan añadir estiércol y diversos fertilizantes al suelo incluso cuando éste no necesita en absoluto materia orgánica y nutrientes, con el resultado de sobrecargarlo, poniendo en peligro el crecimiento de las plantas.
Además, antes de utilizar los desechos y residuos vegetales para abonar el suelo, hay que compostarlos. Existen en el mercado diversos productos nutritivos para el suelo ya preparados que pueden favorecer el desarrollo de las plantas.
La diferencia entre plantas fotoperiódicas y autoflorecientes
Seguro que has oído hablar de estas dos variedades de plantas, pero ¿qué son exactamente y en qué se diferencian?
Las variedades autoflorecientes prefieren suelos no demasiado ricos en nutrientes. Normalmente, los suelos ideales están compuestos por mitad de fibra de coco y mitad de turba y perlita.
Por estas razones, es mejor evitar un uso elevado de fertilizantes y acondicionadores del suelo para evitar cargar y «agobiar» a las plantas con demasiados nutrientes que podrían obstaculizar su desarrollo natural.
Las semillas de cannabis autoflorecientes producen plantas que florecen solas al cabo de dos a cuatro semanas y, a diferencia de las semillas de cannabis fotoperiódicas, crecen de forma rápida, resistente y compacta.
Además, las autoflorecientes son ideales para el cultivo de interior y son fáciles de cultivar, incluso para los inexpertos.
En cambio, las fotoperiódicas necesitan más nutrientes cuando son adultas que las autoflorecientes. Sin embargo, cuando están en macetas, también deben estar en tierra pobre en nutrientes.
En comparación con las autoflorecientes, las plantas fotoperiódicas necesitan más tiempo para absorber la luz y los nutrientes que más tarde convertirán en energía. Por eso, suelen ser más altas y robustas que sus primas autoflorecientes.
Para ser más concretos, estas plantas, cuando se cultivan al aire libre, florecen a finales del verano y maduran entre septiembre y octubre. Florecen en cuanto disminuye la cantidad de luz a la que están expuestas.
Además, en el cultivo de interior, los cultivadores alternarán 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad precisamente para simular el cambio estacional.
¿Suelos preenvasados o caseros?
Los cultivadores inexpertos y novatos, por razones obvias, prefieren los suelos preenvasados, que ya incluyen nutrientes adecuados para este fin.
A veces se puede añadir perlita a las ya preparadas para aumentar la capacidad de drenaje, o abonos orgánicos como el ojo de murciélago.
En las mezclas caseras para macetas, el nivel ideal de pH está entre 5,8 y 6,3, pero este tipo concreto suele recomendarse a los cultivadores más experimentados.
El Dr. Bruce Bugbee, profesor de Fisiología de Cultivos de la Universidad de Utah, una autoridad en la materia, opina que la mejor mezcla de tierra para cultivar cannabis se compone de dos ingredientes de sustrato a granel, a saber:
- 50% de turba, este mineral no es rico en nutrientes para las plantas, es difícil de almacenar, pero es popular por sus propiedades beneficiosas para el sustrato.
La turba es útil para retener la humedad del suelo y gracias a su pH de 3,8, mantiene el suelo con la acidez adecuada para el cannabis; - 50% vermiculita, su adición a la tierra es muy popular entre los cultivadores de marihuana. Hay que tener en cuenta que es capaz de retener grandes cantidades de agua, una cualidad muy importante durante largos periodos de sequía. También es capaz de atraer iones cargados positivamente, como potasio, amonio, magnesio y calcio.
También hay que tener en cuenta que la vermiculita tiene altos niveles de sílice, un elemento típico de los tricomas del cannabis. Por último, la vermiculita ayuda a elevar el pH del suelo a 4,5.
Los 2 aditivos más eficaces
Siempre según el Dr. Bugbee, los dos mejores aditivos para el sustrato que pueden regular el pH de forma óptima son:
- La cal dolomítica, además de calcio, ofrece grandes cantidades de magnesio, útil para el desarrollo de las plantas. Tiene un pH alcalino y puede dar al suelo un pH de hasta 5,5, ideal para cultivos de marihuana;
- granulado de yeso, una fuente de calcio y azufre que aporta las proteínas necesarias para las plantas.
Cómo cultivar en zonas más cálidas
Llegamos ahora a una pregunta muy común, a saber, ¿cómo cultivar marihuana en zonas, como España, muy calurosas y soleadas?
Se trata de un dilema al que se enfrentan muchos cultivadores de exterior, ya que el calor excesivo corre el riesgo de «quemar» y secar las plantas.
En primer lugar, los expertos recomiendan utilizar macetas blancas, ya que este color atrae poco la luz solar, evitando así que la tierra se seque demasiado.
Otros recursos que se pueden emplear son:
- ali air pot, o smar pot, (macetas de plástico reciclado) para mantener frescas las raíces;
- paja seca sobre el suelo, contra los cambios de temperatura;
- polímeros absorbentes que mantienen las plantas bien hidratadas.
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Conclusiones
Aquí llegamos a la conclusión de nuestro artículo, ¡que esperamos haya satisfecho todas vuestras curiosidades como botánicos virtuales!
En este artículo hemos descrito las características que deben tener los mejores suelos para el cultivo de cannabis, sus peculiaridades y propiedades, y las diferencias entre los varios tipos de sustrato.
Nos gustaría recordarte que el cultivo de marihuana no es legal en muchos países, por lo que te instamos, como siempre, a cumplir escrupulosamente con todas las leyes aplicables.
¡Con este artículo no queremos en ningún caso hacer publicidad de prácticas ilícitas ni ofrecer tutoriales para el cultivo casero, sino que simplemente queríamos responder a las muchas dudas y falsos mitos sobre el cultivo del cáñamo y aclarar dudas a los muchos cultivadores platónicos!
Bueno, queridos pulgares verdes teóricos, hemos venido a despedirnos, pero antes aprovechamos para recordaros que en nuestra tienda podéis comprar cbd y encontrar varios artículos para varios gustos, ¡nos vemos pronto en Justbob para más artículos y conocimientos!
Takeaways
- No todos los tipos de suelo son adecuados para todas las variedades de cannabis. La elección depende de factores como la genética de la planta, el tipo de cultivo (interior o exterior) y las condiciones ambientales locales.
- Los cultivadores tienden a preferir suelos arenosos y limosos para el cultivo de cannabis debido a su buen drenaje y capacidad para retener nutrientes importantes para las plantas.
- Para mejorar la calidad del suelo, se pueden utilizar acondicionadores como perlita, fibra de coco, arcilla expandida, vermiculita y vermicompost. Estos ayudan a mejorar el drenaje, retener agua y proporcionar nutrientes esenciales.
- Las plantas autoflorecientes prefieren suelos menos ricos en nutrientes, mientras que las fotoperiódicas necesitan más nutrientes a medida que crecen. La elección del suelo debe adaptarse a las necesidades específicas de cada variedad.
- Los cultivadores novatos suelen optar por suelos preenvasados que contienen nutrientes adecuados. Sin embargo, los expertos pueden preferir mezclas caseras, como la combinación de turba y vermiculita, para un mayor control sobre la composición del suelo.
FAQ
¿Cuál es el mejor tipo de suelo para el cannabis?
El mejor tipo de suelo para el cannabis depende de varios factores, como la genética de la planta, el entorno de cultivo (interior o exterior), y las preferencias del cultivador. Los suelos más utilizados incluyen arenosos, fangosos, limosos y arcillosos, cada uno con sus propias ventajas y desventajas.
¿Cuáles son los acondicionadores de suelo más populares para el cáñamo?
Algunos de los acondicionadores de suelo más populares para el cáñamo incluyen la perlita, fibra de coco, arcilla expandida, vermiculita y vermicompost. Estos materiales pueden mejorar el drenaje del suelo, retener agua y proporcionar nutrientes adicionales para un crecimiento saludable de las plantas.
¿Cuál es la diferencia entre plantas fotoperiódicas y autoflorecientes?
Las plantas autoflorecientes no dependen del ciclo de luz para florecer, mientras que las fotoperiódicas sí. Las autoflorecientes son más fáciles de cultivar y suelen ser más compactas, pero las fotoperiódicas pueden alcanzar mayores alturas y requieren más nutrientes. La elección entre ellas depende de las preferencias del cultivador y las condiciones de cultivo.